Elody Malpartida, alumna de la Facultad de Derecho de la PUCP y miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho, entrevista a Alonso Gurmendi, Profesor de Derecho Internacional en la Universidad del Pacífico y LLM de la Universidad de Georgetown, sobre el conflicto árabe – israelí.

EM: Los actores de este conflicto son Israel, la Organización de Estados Palestinos y Hamas. ¿Contra quién lucha Israel: contra la existencia de un Estado palestino o la ofensiva de Hamas?

AG: Ahí ya tenemos que entrar a un tema de política interna israelí. Israel, como cualquier país, es una suma de pequeños grupos de poder. Sí hay gente que está en contra de la existencia de un Estado palestino, sobre todo las poblaciones ultraortodoxas y algunos partidos políticos. Incluso la posición israelí es variable, dependiendo de qué partido esté en el poder. Actualmente se encuentra la derecha conservadora, entonces no hay mucha apertura ahí. Pero en el conflicto armado que hay ahorita en Gaza, las partes son el Estado de Israel y Hamas. La autoridad nacional palestina no responde por Hamas. Entonces decir que el conflicto es entre Israel y Palestina, en el fondo, es una sobresimplificación, tanto por el lado de que existe Al Fatah en Cisjordania y Hamas, en Gaza; como porque actualmente hay un debate en Israel mismo sobre cuál debería ser la política israelí, el cual se puede ver en los periódicos israelíes.

EM: ¿Se le puede llamar terrorismo de Estado o, siendo atrevidos, genocidio a la ofensiva de Israel?

AG: Ninguna de las dos cosas. La gente está acostumbrada a pensar que hay un bueno y un malo, y tratan de replicar eso en todos los conflictos que ven. Yo no podría afirmar que Israel no tiene derecho a defenderse, todo lo contrario. No creo que deba quedarse de brazos cruzados y que caigan los misiles. Y tampoco se puede hablar de genocidio, porque no existen los términos como para que este se de. El tema no es que Israel no haga nada, sino que su respuesta cumpla con los estándares humanitarios internacionales.

EM: ¿Se puede hablar de o pedir proporcionalidad en el caso de la respuesta israelí a los ataques de Hamas?

AG: Desde un punto de vista legal, para que un estado pueda atacar válidamente a un objetivo tiene que hacer un análisis bien largo y complicado. Primero, tiene que haber un principio de distinción: no puede atacar deliberadamente a civiles (algo que no creo que esté sucediendo actualmente). En segundo lugar, tiene que hacerse un análisis de proporcionalidad: la ventaja militar obtenida por el ataque debe ser proporcional al daño causado a los civiles. El Derecho Internacional humanitario no parte de un análisis de cero bajas civiles, pero sí parte de un análisis de la menor cantidad de bajas posibles, y no olvidemos que Gaza es una zona con mayor densidad de población que Londres. Enviar un misil a Londres para lidiar con un grupo terrorista evidentemente es algo que traería problemas con el principio de proporcionalidad. También existe todo un debate sobre qué se debería hacer con los escudos humanos en el marco de la proporcionalidad. Si uno decide enviar un misil y se da cuenta que en ese lugar hay mil civiles; por un lado, se dice que los escudos humanos deben ser considerados dentro del análisis de proporcionalidad, y por el otro – probablemente este sea el problema con la postura Israelí- se cree que, para no premiar al que utiliza el escudo humano, entonces no debería ser tomado en cuenta en el análisis de proporcionalidad y atacarse de todos modos.

EM: ¿Por qué existe esta simpatía o intento de justificar la ofensiva de Hamas?

AG: El problema de Hamas no es tanto un tema de proporcionalidad, es un tema de distinción. Ellos mandan un misil que no tienen como dirigir para que caiga donde caiga y mate a quien mate. No me parece que se pueda poner en duda que lo que está haciendo Hamas es ilegal y terrorista. El problema es, como dije, que es más fácil para algunos hablar de un malo y un bueno y entonces, justifican las acciones de aquél que consideran bueno a como dé lugar. Así, para quienes ven a Israel como el malo, Hamas no es más que una reacción de Palestina y por eso, justifican sus acciones.

EM: ¿Cuál es el verdadero objetivo de Hamas en este conflicto?

AG: El objetivo de Hamas es que no exista un estado judío en Palestina. Cosa que es imposible e irracional, dado que implicaría una migración o expulsión en masa de gente que no tienen nada que ver en el asunto. Hay una cuestión medio de locura en pretender que hay que destruir Israel.

EM: ¿Qué es lo que impide que Israel y Palestina lleguen a un acuerdo de coexistencia pacífica?

AG: Hay un montón de temas que están entrampando las negociaciones. Uno es el estatus de Jerusalén: Israel quiere que sea para Israel y Palestina quiere que se divida a la mitad. Está el estado de los refugiados palestinos que se encuentran en campos de refugiados en diversos estados árabes que quieren regresar a Palestina, cosa que Israel objeta. Para mí, pareciera que Israel está contento con el statu quo: cada cierto tiempo ataca Gaza y mantiene ocupada Cisjordania; pero en el fondo eso es algo que no creo que le convenga. El problema es que si se plantea un solo Estado, la mayoría de la población sería musulmana. Entonces, corres el riesgo que Israel pierda su identidad judía por voto democrático. Y si planteas dos Estados, Israel desconfía de la capacidad de Palestina de no terminar siendo una gran Gaza y encima perdiendo posiciones y asentamientos en Cisjordania. Entonces, creo que en verdad lo que falta es un consenso de voluntades. Han habido momentos en donde Israel ha presentado propuestas bastantes cercanas a la paz que no han sido aceptadas por el lado palestino, y ahora es todo lo contrario. A mi me parece que en donde podría empezarse a cambiar la mecánica del conflicto para beneficio de todos es en demostrar que hay una diferencia entre Cisjordania y Gaza. En Cisjordania que está bajo el mando de Al Fatah y en donde a diferencia de Gaza, hay suficientes vínculos políticos entre ambas partes, Israel si quisiera podría mejorar la calidad de vida de los palestinos con poco o ningún riesgo de terrorismo, lo que dejaría en evidencia que el camino de la no violencia de Al-Fatah consigue mejores resultados que el de Hamas. El tema es que ahora en Cisjordania la vida de los palestinos es también muy dura, a pesar de que hace tiempo no hay problemas de seguridad tan serios en esa zona, e Israel pareciera estar contento con esta situación.

EM: ¿Es posible que se impongan sanciones legales a ambas partes por los actos cometidos?

AG: En un futuro, si es que Palestina logra acceder a la Corte Penal Internacional, se tendría jurisdicción sobre las acciones de Israel y de Hamas. Entonces, se podría tratar tanto las violaciones a los derechos humanos que hace Hamas y los asentamientos israelíes en Cisjordania y la ofensiva desmedida en Gaza.

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