Entrevista a Ramiro Escobar, periodista especializado en temas internacionales.
Por: Josefina Miró Quesada, directora de Enfoque Derecho; y Milagros Mutsios, miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho.

ED: Luego de la lectura de la sentencia, ¿qué sigue para la respectiva ejecución?

RE: Es una etapa que viene inmediatamente. Para que sea ejecutado, la aceptación no solo debe ser explícita, sino con una disposición de ser consecuente con lo que se dice. ¿Eso qué implicaría? Pongamos un ejemplo: un nuevo convenio de pesca entre Perú y Chile; porque si se mueve en algo el límite, en caso sea a favor nuestro, algunas naves de pesca artesanal y de anchoveta chilenas ya no podrían entrar a esta zona por ser territorio peruano. La otra cuestión es una estrategia para fortalecer vínculos diplomáticos, políticos, culturales, como lo que hicimos con Ecuador. Una disposición entre ambos países en la consciencia de que “se pasó la página” para acercar relaciones en distintos niveles.

ED: ¿Afecta en algo que el fallo se dé cuando uno de los países tiene un gobierno de salida, es decir, el hecho que Chile esté actualmente en transición?

RE: Hubiera sido más complicado si se daba en medio de la campaña. En este momento, en el que se transita de un gobierno a otro, sí llama la atención que Bachelet no haya nombrado aún a un Canciller. Ahora, la versión que corre en Chile y acá, es que está esperando el fallo para conformar su gabinete y que nombraría un Canciller joven. Finalmente, los dos presidentes han conversado y han dicho qué va a ir de política de Estado al respecto. Ella tendrá que seguirla, no puede desentonar.

ED: ¿Cree que la reciente designación de Michelle Bachelet como presidenta de Chile, tras el fallo, vaya a cambiar en algo la política exterior con el Perú?

RE: Hay una diferencia sustancial. El Canciller de Piñera, Alfredo Moreno, es un empresario y eso marca un corte en su política exterior que pone bastante énfasis en el aspecto comercial. Creo que el gobierno de Piñera por estar vinculado al gran empresariado chileno, está muy poco interesado en tener conflictos en un país con quien tiene grandes inversiones.

Por otro lado, el gobierno de Bachelet es más político que empresarial. Aún así, el que haya declarado que “va a seguir la misma política del presidente Piñera”, la compromete a no cambiar radicalmente el talante político del gobierno chileno. Además, hay otro motivo. Bachelet ha sido una alta funcionaria de la ONU, y el tribunal de La Haya forma parte la ONU. Por lo que a nivel de prestigio personal e imagen política, sería muy desatinado, a mi juicio, que alguien que ha sido una alta funcionaria de la ONU, esté desconociendo o mostrándose displicente con un fallo del sistema internacional del cual ella ha sido parte.

ED: ¿Qué opinión le merece el que Bachelet, tras reunirse con Piñera, haya dado a entender que Chile acataría el fallo si es que fuese favorable?

RE: En realidad, lo que ella dijo fue que esperaba que el fallo sea de acuerdo a Derecho y que los límites ya están establecidos. Claro, anudando con lo que dije, ella actúa más políticamente, no está calculando si la empresa va a perder o no. Prácticamente, no hay posibilidad de que no lo acate. Chile se jugaría una carta muy riesgosa si se muestra en rebeldía por la reputación que tiene en Perú y en varios otros países.

ED: El 62% de la población peruana desconfía que Chile vaya a acatar el fallo. Es cierto que las relaciones bilaterales han ido fortaleciéndose, pero aún existe ese rezago de diferencias con Chile, ¿cómo siente el ánimo de los peruanos al respecto?

RE: Ese tema pertenece un poco a la Sociología Histórica. El país que pierde una guerra siempre se queda más resentido. Incluso, les ha pasado a los ecuatorianos con nosotros. Ahí, la gran dificultad era no solo tomar una decisión política, sino cambiar la mentalidad. ¿Cómo le decimos a los ecuatorianos que ya no hagan libros en donde su mapa se meta hasta Jaén, Maynas? Era una absoluta locura porque no tenía ningún viso de realidad.

En nuestro caso, hubo una guerra a fines del siglo XIX que no se puede olvidar, la memoria tiene la agonía a su voluntad. La memoria histórica en el Perú de la Guerra del Pacífico es muy dolorosa. Nosotros hemos heredado esa mentalidad y va a ser difícil exorcizarla. Eso explica por qué nos paramos peleando por los partidos de fútbol, pero también explica por qué siempre nos comparamos con ellos. Deberíamos dejar ese tipo de dependencia. Creo que deberíamos exorcizarnos de resentimientos excesivos, de esa sensación de constante tormento en las relaciones con Chile. Lo mismo en Chile, con algún tipo de soberbia que tienen. Este fallo puede ayudar, no creo que va a acabar eso tan fácilmente. Las mentalidades cambian mucho más lentamente.

ED: Respecto de la coyuntura peruana, por el momento las aguas no están del todo calmadas. Vemos al presidente pronunciándose sobre los medios de comunicación; la CONFIEP reaccionando a ello y a la ley universitaria, a las políticas de pesca, que dicho sea de paso, evidentemente entra a colación por el cambio que va a generar en la materia tras el fallo ¿Cómo ve el panorama a futuro?

RE: No se puede aspirar a que en un país, cualquier país que sea, los políticos anden en plena armonía. La crispación política es una cosa natural. Lo que pasa es que en determinados países, tiende a acentuarse más. En el Perú estamos en ese momento. Creo que hay cosas que se han agrietado en demasía innecesariamente. Finalmente, para un país es bueno debatir cuál es el drama con que haya un debate sobre la concentración de medios, si el gobierno estimula más o no la inversión. A fin de cuentas, eso es democracia. Acá, el problema es que nuestra cultura de debate es una de “ataque”. Frente a lo de La Haya, sí ha habido cierto consenso, pero creo que sería interesante bajar un poco los decibeles de esa discusión tan chirriante y poner más atención en ello. Después, resolvemos nuestros temas internos.

ED: ¿Qué opina de las declaraciones de Alan García sobre embanderar al país?

RE: Me parece una propuesta fuera de lugar. Para empezar, la patria no se concentra en una bandera. La bandera es un símbolo nacional que te ayuda a ritualizar el ejercicio de la ciudadanía, pero el patriotismo no se juega en una bandera o un escudo. En un contexto como este, me parece que eso contribuye a la lógica de que esto parezca un enfrentamiento de un partido de fútbol. Poner la bandera me parece un exceso. Creo que es una propuesta que obviamente está destinada a subir los bonos políticos del ex presidente García. Ha tenido cierto eco ¡ah! Yo por lo menos no voy a poner mi bandera (risas).

ED: ¿Qué opina sobre las declaraciones de Jorge Tarud? Me refiero a aquellas sobre el “supuesto triunfalismo” en el que vivimos en Perú, un plebiscito en caso la sentencia les sea desfavorable y el “congelamiento” que García le habría propuesto.

RE: Eso revela que Alan García es un gran lenguaraz. Los políticos tienen que medir sus palabras. Tarud es parte del Partido Por la Democracia, integrante del Frente de Centro Izquierda, que ahora está yendo al poder con la Nueva Mayoría de Bachelet. Él representa este sector que siempre va a tener en la cuestión de límites de soberanía patriótica un recurso político a la mano. No todos del Frente de Centro Izquierda piensan así. Me parece que sus declaraciones son bastante ásperas, a veces incluso teatrales. Un político no puede ser tan poco serio. Ojo, tanto en Perú como en Chile, ese tipo de declaraciones alientan una cierta cultura de turba. Parafraseando a un viejo comentarista de fútbol: “Eso le gusta a la gente”.

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