EnfoqueDerecho.com entrevista a Rafael Casado, quien ha sido ministro consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, actualmente es Coordinador del área de Relaciones Interinstitucionales en la Universidad San Ignacio de Loyola. 

ED: ¿Cuál es el panorama general de Venezuela?

RC: Tenemos a Nicolás Maduro como Presidente de la República, que fue electo democráticamente hace ya 3 años. Hay un contexto interno complicado que lleva a un deterioro de las condiciones dentro del país, producto de decisiones políticas que se han adoptado en años anteriores. Entonces, tenemos a un Presidente electo democráticamente, pero que en las últimas elecciones ganó por un margen muy pequeño respecto a la oposición, encabezada por Henrique Capriles Radonsky. Nicolás llega a la presidencia producto de una decisión del Presidente de la República, Hugo Chávez, quien de alguna manera delega en él la continuación del proyecto bolivariano. Hoy, para el mes de mayo de 2016, nos encontramos con un país en donde el sector productivo está seriamente afectado, y con un modelo económico que no es viable.

ED: ¿Cómo sería la relación entre los poderes del Estado?

RC: Nicolás Maduro, que representa el movimiento chavista, es el resultado de más de 15 años de gobierno. Desde que el ex presidente Chávez llegó a la presidencia en 1999, y posteriormente por diversas razones de índole interno, la oposición ha ido perdiendo espacio dentro de las estructuras y poderes tradicionales del Estado venezolano. Esto quiere decir que espacios como la Asamblea Nacional fueron ocupados plenamente por lo que, en ese momento, eran los seguidores de Chavez. Sin embargo, hoy encontramos que si bien el Poder Ejecutivo se encuentra en manos del movimiento chavista, al igual que el Poder Judicial, la Contraloría y la Fiscalía; el Poder Legislativo ha pasado recientemente a la oposición. Efectivamente, el año pasado hubo elecciones conforme a la Constitución, en las cuales el Parlamento, después de casi 15 años, terminó siendo compuesto por una mayoría proveniente de la oposición (dos terceras partes). Recordemos que el Poder Legislativo es el encargado de hacer leyes, pero no puede tomar otro tipo de decisiones que puedan llevar a muchos cambios, que es lo que en este momento muchos venezolanos anhelan.

ED: ¿Cuál es su opinión respecto a la medida que dicta que se trabaje solo dos días en el sector público?

RF: A mi parecer, no se trata de una medida de ahorro energético, como menciona el gobierno venezolano. El problema de ahorro energético no ha sido causado por el Fenómeno del Niño, como se alega. Basta recordar que durante la presidencia de Chávez, también hubo un problema energético. Este, en realidad, es producto de la falta de una visión de futuro de lo que va a ser el manejo de la estructura energética del país. Cabe recordar que Venezuela, en su momento, construye la represa hidroeléctrica de Guri, la cual llegó a vender energía hacia el Sur. Entonces, no podemos alegar que es un problema coyuntural. En este caso, lo que está sucediendo es un elemento de tipo estructural, es decir, no ha habido una buena dirección o un buen manejo de ese sector con relación a la vida nacional.

ED: Hace unas semanas se llevó a cabo la recolección de firmas para dar inicio al proceso de destitución de Maduro. ¿Qué tan factible es que este proceso se lleve a cabo?

RC: Es importante recordar que a pesar de todas las críticas que se les puedan hacer a los gobiernos de Chavez y Nicolás Maduro, todo el sistema ha estado siempre muy apegado a la Constitución. ¿Por qué digo esto? Porque en este caso, específicamente, la Constitución establece que a mitad del mandato se puede solicitar a través de una consulta popular, la revocatoria del mandato. Este proceso también se aplicó durante el gobierno de Chavez, se recolectaron las firmas, pero en el momento en el que se llamó a la consulta popular, la decisión no fue la salida de él del gobierno. En el caso de Nicolás Maduro, efectivamente, se ha activado un mecanismo previsto en la Constitución. Ya se ha dado el primer paso, recolectar un porcentaje de firmas. Ahora, en base a este primer paso, el poder electoral debe verificar si estas firmas son válidas, y luego de ello poder finalmente realizar la consulta nacional.

Ahora bien, en este momento nos encontramos con que inclusive hay un rector en el Poder Electoral que ha comentado que el Consejo Nacional Electoral ha tomado la vía más lenta para alcanzar el resultado. Podrían darse dos escenarios, uno en el que el referendo revocatorio tenga lugar este año, con lo cual, de concretarse, tendríamos la realización de una consulta popular. Si esta es favorable, podría significar la salida de Maduro. El segundo escenario es que el proceso para llamar a hacer esta consulta popular no finalice este año, sino el año siguiente. En este caso, ya habría transcurrido el lapso permitido por la Constitución, por lo que se podría realizar la consulta, pero el que asumiría el gobierno, de ser destituido Maduro, sería el vicepresidente, quien finalmente pertenece también al movimiento chavista. Por ello, la oposición ha realizado una serie de movilizaciones con el fin de ejercer presión sobre el poder electoral.

ED: ¿Cuál sería su pronóstico de lo que pasará en los próximos meses?

RC: Es un poco difícil determinar qué pasará en los próximos meses. Lo que sí me preocupa es que existe una sociedad polarizada. Existe un sector de Venezuela que apoya al pensamiento chavista y existe otro sector de la sociedad venezolana que quiere un cambio, entonces tenemos a dos polos diametralmente opuestos. No encontrar una alternativa de consenso o de armonía que permita un crecimiento del país es preocupante. Lo ideal sería encontrar una salida democrática donde todo funcione de manera armoniosa y permita reinsertar a Venezuela en lo que será un proceso de crecimiento.

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