Enfoque Derecho entrevista a Augusto Rey, Regidor por Diálogo Vecinal de la Municipalidad Metropolitana de Lima, sobre la reforma planteada para la figura de la revocatoria.

ED: ¿Cuáles son los problemas que tenía la figura de la revocatoria?

AR: El proceso de revocatoria como instrumento de control político ciudadano es una herramienta útil y se enmarca en un proceso democrático. Sin embargo, en la legislación anterior, esta tenía debilidades muy visibles que permitían que con muy pocas firmas se inicie un proceso de revocatoria. Ahora, esto no solamente exige una inversión por parte del Estado, sino que también exige un esfuerzo de la autoridad de turno, cuando en realidad estos procesos responden más a revanchismos políticos o venganzas del político que no ganó las elecciones. Quien impulsó la revocatoria fue Castañeda Lossio y Solidaridad Nacional, con el apoyo del APRA, opositores del gobierno de Susana Villarán. Además de las firmas, no había un control institucional del JNE o de la ONPE que sustente el proceso de revocatoria.

ED: En el 2012, 469 autoridades fueron revocadas. ¿Considera que se ha abusado de esta figura? ¿Es cierto que la revocatoria es utilizada como venganza por quienes perdieron las elecciones?

AR: No tengo ninguna duda que la revocatoria se utiliza como una herramienta de revanchismo político. Entonces ahí se desvirtúa la revocatoria y se convierte en una forma de sacarle la vuelta a la democracia, lo cual perjudica la institucionalidad y es algo difícil de revertir.

ED: ¿Cómo afectó, por ejemplo, a la gestión de Susana Villarán?

AR: Se tuvo que dedicar meses de meses a una campaña electoral, teniendo a su vez una ciudad como Lima que requiere reformas necesarias y mayúsculas. Encima que se enfrentaba a una campaña millonaria que se enfocaba en desprestigiar al gobierno. Sin embargo, no todo es negativo, puesto que el proceso cohesionó a ciertas fuerzas políticas, como el PPC, Somos Perú, Acción Popular y Fuerza Social. Se unieron para darle batalla a la campaña a favor de la revocatoria. Lamentablemente, acabado este proceso, esa unión se disolvió.

ED: ¿Cómo perjudica la figura de la revocatoria al Concejo Municipal?

AR: Creo que la herramienta de la revocatoria no afecta al Concejo, en tanto es una herramienta que legitima el poder de fiscalización del ciudadano. Los políticos tienen que saber convivir con este tipo de herramientas de control ciudadano. Bajo el mal uso de este sistema de rendición de cuentas, la gestión de Susana Villarán perdió la mitad de sus regidores. Y si pierdes la mayoría de regidores, pierdes la posibilidad de gobernar de manera efectiva, pues un montón de ordenanzas, de reformas, de acuerdos de concejo no van a pasar.

ED: Con la reforma que se está proponiendo, ¿qué requisitos se están aumentando para solicitar la revocatoria?

AR: El primero es el número de firmas que se solicita. Se trata de un número bastante alto para iniciar un proceso de revocatoria. Creo que el anterior era muy bajo, pero ahora se limita demasiado el ejercicio de este derecho. El segundo inconveniente que veo es que no hayan nuevas elecciones para elegir a una nueva autoridad. Ahora, sí aplaudo que se haya incluido a la ONPE y al JNE en el proceso de revocatoria para evitar que se dé un revanchismo político. Asimismo, considero que se debería poner en debate el hecho de que el proceso solo se dé a los tres años.

ED: De ser revocado el alcalde, quien asume el cargo es el accesitario y no se convocarán a nuevas elecciones para ningún caso. ¿Considera que esto es un desincentivo para recurrir a la revocatoria?

AR: Sí, pues se obvia la personalización del ejercicio del poder.

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