Por Adriana Tapia, Directora de la Comisión de Desarrollo de la Asociación Civil Themis

Desde hace algún tiempo, las Clínicas Jurídicas se han convertido en una herramienta de aprendizaje sumamente interesante para los alumnos de Derecho, pues nos permiten por un momento “estar en la cancha” y poner al servicio de quienes más necesitan todo el conocimiento que a lo largo de los años hemos adquirido en la universidad.

En esta oportunidad, Agustín Grandez, nos cuenta su experiencia como profesor del curso y los desafíos y oportunidades que este implica. 

AT: En tu opinión, ¿cuál crees que es la importancia que tiene en la enseñanza del Derecho una clínica jurídica?

AG: La enseñanza de Derecho se basa en formar a los alumnos en habilidades y capacidades que les permitan convertirse en profesionales de Derecho. Abogados que sin importar el rubro que decidan ejercer posean destrezas que les permitan ejercer su labor en el más alto nivel ético y profesional.

Las Clínicas son espacios que permiten que los alumnos desarrollen estas destrezas. Tales como saber identificar los problemas jurídicos centrales en un caso, saber escuchar a un cliente, tener capacidad de trabajo en equipo, manejar nociones de investigación, además de saber desenvolverse a través de la expresión oral.

Estas destrezas se desarrollan a partir de un trabajo basado en la práctica, a diferencia de otros cursos donde los contenidos teóricos priman, las Clínicas Jurídicas tienen un componente práctico intrínseco. Se desarrollan también contenidos teóricos, pero la premisa básica de una Clínica es que el alumno pueda plasmar en casos concretos lo que ha ido aprendiendo en la carrera.

Además de estas destrezas, las Clínicas tienen otro componente esencial que es el de la responsabilidad social, la Clínica es un espacio que permite hacer llegar el Derecho a poblaciones especialmente vulnerables. Es así que además de aprender a partir de la práctica, la Clínica les permite a los alumnos realizar un trabajo que tendrá incidencia directa en el beneficio de la situación de poblaciones y grupos vulnerables.

La Responsabilidad Social muchas veces se relaciona con asistencialismo, pero lejos de eso, lo que busca la Clínica es empoderar a estas poblaciones, para que a partir del conocimiento de sus derechos y el ejercicio pleno de los mismos, puedan ver transformada su realidad.

Son estos componentes los que hacen de las Clínicas Jurídicas fundamentales en la formación integral de un futuro abogado.

AT: ¿Cuáles crees que son las habilidades que los alumnos desarrollan a lo largo curso?

AG: Las habilidades que desarrollan los alumnos en un curso de Clínica van desde cosas tan sencillas como aprender a redactar un escrito, hasta habilidades más complejas como las de realizar una entrevista con un cliente, siendo capaz de identificar los puntos centrales de un caso y brindando una orientación y asesoría que resuelva la problemática planteada.

A su vez, el trabajo clínico permite desarrollar habilidades más sutiles, como poder manejar la carga emocional de casos complejos, donde el cliente ante una situación dramática puede ver desbordad sus emociones. Asimismo, el curso permite que el alumno refuerce y amplíe sus habilidades para la investigación. La investigación en Clínica busca profundizar conceptos pero con una idea clara, buscar a través de la investigación el cambio y reforma de situaciones problemáticas que se identifiquen.

AT: Cuéntanos un poco sobre el tema de la Clínica de Derecho a la Identidad, ¿cómo nace la idea de trabajar en torno a este tema?

AG: La sección de Derecho a la Identidad de la Clínica Jurídica, como lo dice su nombre esta íntegramente abocada a los temas de Identidad. La idea de trabajar este tema surge a partir de la iniciativa Pro Bono y del Estudio Miranda & Amado. Hace unos años, el Estudio organizó un concurso de iniciativas Pro Bono y la iniciativa que ganó fue una vinculada a la implementación de un consultorio jurídico en temas de identidad en el Cusco. Por distintas razones esta iniciativa no se concretó; sin embargo, quedó la idea de hacer algo sobre Derecho a la Identidad, porque se trataba de un derecho de primera línea, que es además puerta de acceso para otros derechos. Además de ser un derecho que muchas poblaciones vulnerables no podían ejercer a plenitud.

Es así que el año pasado se conversó con la Facultad de Derecho de la PUCP para retomar esta iniciativa a través de la Clínica Jurídica de Acciones de Interés Público.  De esta manera, surge la sección de Derecho a la Identidad, donde se ven casos desde rectificación de DNI, partidas de nacimiento, derecho al nombre, identidad sexual, entre otros.

AT: En estos dos ciclos que ha funcionado la clínica jurídica, ¿cuál crees que ha sido el mayor reto que han tenido que enfrentar?

AG: Además de comenzar algo desde cero, el principal reto fue motivar a los alumnos a querer realizar un trabajo comprometido en los temas de Derecho a la Identidad, porque se trata de un derecho que a simple vista no llama la atención. Sin embargo, cuando el alumno conoce la potencialidad del trabajo que puede realizar, así como la importancia del Derecho a la Identidad, cambia. Al conocer que sin Identidad, una persona no puede acceder a servicios tan básicos como la salud, la educación o el trabajo, la perspectiva del alumno sobre este derecho se transforma.

Otro reto que se afrontó fue el generar un clima de confianza con nuestros clientes, para esto contamos con el apoyo de PROSODE, que identificó el espacio del Taller de los Niños (en Canto Grande-San Juan de Lurigancho) para la implementación de nuestro consultorio jurídico. Sin esa entrada hubiera sido muy difícil identificar los casos e iniciar el trabajo con los clientes.

AT: Respecto al trabajo que se desarrolla en el curso, cuéntanos sobre la metodología del litigio estratégico, ¿en qué consiste?

AG: El litigio estratégico consiste en la realización de todas las actuaciones necesarias para realizar un trabajo de incidencia en un caso determinado que tenga un potencial impacto en la sociedad. Esto significa el planeamiento de un caso para no solo resolverlo a través del litigio, sino estructurar el caso para que tenga una visibilidad, planificando una estrategia de medios, desarrollando materiales, documentos de trabajo y todo aquello que contribuya a conseguir un resultado exitoso de litigio, pero más importante aún, que permita promover o iniciar un cambio social. No cualquier caso tiene este potencial, es parte del trabajo de la clase saber identificar estos casos.

Son casos además de largo aliento, donde el alumno debe identificar que puede realizar en el espacio de Clínica y que debe realizarse con aliados estratégicos que contribuyan al éxito en él caso. Para esto, es muy importante la planificación y saber además comprometer al individuo y la comunidad beneficiada, involucrando además a otras instituciones público y privadas. Es sin duda un trabajo fascinante, que muchas veces no se puede hacer en otros espacios del Derecho.

AT: Además de la atención que se brinda en el consultorio de Canto Grande, sabemos que en el curso los alumnos también desarrollan una investigación. ¿Cuál es el objetivo de este espacio? ¿Cómo abordan el cambio de políticas públicas?

AG: El objetivo del trabajo de investigación además de que los alumnos adquieran y profundicen sus conocimientos en la materia del Derecho a la Identidad, permite que puedan reconocer el potencial que tiene una investigación como herramienta para la transformación de políticas públicas.

Es así que los alumnos, a través de un trabajo colaborativo, desarrollan una investigación, que lejos de estar dedicada a definir conceptos, busca entender y explicar fenómenos y problemáticas. Es de esta manera que la investigación se convierte en un documento de trabajo para la Clínica, con estas investigaciones se cuenta con estudios especializados sobre la materia que nos permite interactuar con entidades públicas, además de poder plantear recomendaciones que cuentan con  sustento y fundamento.

AT: Finalmente, ¿qué aporte profesional crees que te da participar de un curso como este?

AG: Creo que el aporte profesional de un curso como este es evidente, el curso te brinda herramientas, además de práctica, en habilidades que en un futuro cercano serán valiosas en el ámbito profesional en el que uno se quiera desempeñar.

Lo que creo que te da y es más importante que lo anterior, es algo que muchas veces es más difícil explicar. Al terminar el curso, y es algo que todos los que hemos vivido la experiencia compartimos, todos tenemos la sensación de haber asumido un compromiso que es más grande que nosotros, que crece con cada caso atendido y resuelto. Ese compromiso no es otro que saber que no debemos ser indiferentes desde nuestra profesión y que como abogados poseemos herramientas que pueden transformar y hacer más justa nuestra sociedad.

* Este curso está disponible para todos los alumnos de la Facultad de Derecho de la PUCP (DER 260 – Horario 1704).

Pueden obtener más información sobre la Clínica en su fanpage en Facebook

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