Por Ana Damaris Colquehuanca Mendoza,
Project Manager of the Regulation by Legal Design Projects en Wow Legal Experience
Es muy difícil imaginar que la estructura de un documento de naturaleza legal pueda ser entendida en su totalidad por todos los que se dispongan a estudiarlo. Sobre todo, cuando no solo son los abogados quienes tienen la intención de analizarlo. En realidad, se trata de una operación mecánica, una habilidad desarrollada, que los años de práctica le han permitido a un profesional del derecho, manejar sin dificultad todo tipo de documento legal que se le ponga delante.
Sin embargo, es muy probable que en la mayoría de los casos, los clientes para los que se han destinado dichos documentos, entiendan de forma limitada su contenido. Existen también casos en los que no tengan nada claro el propósito del documento que se les presenta o que lo den por entendido de forma errónea.
Es aquí donde entra en juego el planteamiento que proponemos. Integrar el uso del diseño de la experiencia de usuario para la transformación de la documentación jurídica.
Principalmente con la ayuda de los principios de diseño de la experiencia de usuario. Nos ocuparemos de los que hemos considerado como más esenciales a tener en cuenta.
- Concentrarse en el usuario
Poner al usuario delante en el proceso de diseño será siempre la prioridad. Esto conlleva que se halle una buena investigación del público, audiencia o persona que nos permita descubrir sus necesidades más esenciales, sus propósitos y sus “no-trade points”. Poner atención a estos descubrimientos nos permite evitar futuras confusiones y prevenir el desarrollo de problemas de utilización del documento, sobre todo si se manejan en el proceso de producción de un documento de corte legal, ya que se economizaría la corrección de considerables errores que sean detectados cuando ya se han presentado como producto final
- Ubicar los criterios de usabilidad en el primer lugar
Este principio ayuda determinar los criterios a considerar cuando el usuario se encuentra explorando un documento legal que le fue entregado. Puede que se revele en este transcurso que tal producción no está cumpliendo con el objetivo de proteger los intereses de un cliente o que simplemente no sea suficiente para resolver el problema por el que fue creado,
- Organización teniendo en cuenta la accesibilidad
El porcentaje de “accesibilidad” que tengan los usuarios para la correcta compresión de algún documento legal, debe ser alto. Esto puede implicar ajustarse a las necesidades de accesibilidad que pudiera presentar el cliente para con la finalización del producto que se entrega. Asimismo, pueden tratarse de limitaciones situacionales o temporales que restrinjan el normal acceso de los clientes a su documento legal.
- Composición que tienda a la simplicidad
Vital importancia toma este último principio, puesto que cobra sentido lo que ávidamente se repite cuando se trata de presentar un tema o un producto a un tercero, “menos es más”. Presentar, por ejemplo, las opciones que tiene y los caminos que puede seguir de la forma más sencilla y fácil, le proporciona al cliente una visión clara de las consecuencias que asumirá el usuario de elegir algunas de sus opciones en específico. Es decir que obtendrá mayor familiaridad del contexto en el que progresa su caso.
Si nos damos cuenta, incluso la existencia del propio servicio que se ofrece se ha centrado siempre en la necesidad del cliente. De ahí que también en el panorama legal, la expectativa que pueda llegar a tener un cliente está evolucionando a buscar experiencias más personalizadas y fáciles de poner a prueba, por no ir más lejos, basta con acudir a la facilidad de un buscador para encontrar alguna página web que lo anticipe con suficiente información para atender su consulta.
Alcanzar a cumplir dichas expectativas es el reto que nos debemos proponer en estos tiempos. Para esto primero necesitamos comprender cómo están cambiando los fines de los clientes y cómo se deben abordar dichos cambios.
Perfeccionar un servicio que convierta los documentos legales en productos de fácil comprensión para los clientes, se configura como una considerable ventaja frente al resto de competencia que a duras verdades ofrece puede ofrecer el mismo servicio y/o mejores productos. No sólo elevaría la experiencia por la que un cliente estaría dispuesto a elegir por sobre otras opciones, sino que también cambiaría la forma en la que se entiende un problema y en la que se propone efectivas soluciones.
Es así que podemos concluir que la presencia de la experiencia de usuario en la reformulación de documentos legales, puede llegar a convertirse en una de las bases para entender cómo alcanzar la evolución apresurada de nuestro entorno.
Fuentes:
LJ Hazzard, 2024 “The 6 key UX design principles to follow”, User Experience Design MA (Online)
“Revolutionise Your Practice: Embracing Digital Transformation in the Legal Landscape” , Codehousegroup.com
“Design Principles”, 2016, A Better Legal Internet Year, A PROJECT OF STANFORD’S LEGAL DESIGN LAB