Por Felipe Núñez del Prado
Practicante del área de Prevención y Solución de Controversias en el Estudio Echecopar asociado a Baker & Mckenzie International y miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho.
I. Introducción
¿Qué son los derechos humanos? Es una pregunta poco común, dado que no frecuenta en nuestros círculos sociales o en las interrogantes que nos hacemos cada día. Al momento que se discute en nuestro entorno académico, es con la finalidad de informar su contexto histórico luego de la Segunda Guerra Mundial.
El concepto nace con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, una herramienta para evitar las catástrofes pasadas, identificando una serie de derechos que nos compete a cada uno de nosotros por el simple hecho de ser seres humanos. Sin embargo, esto –personalmente- me resulta bastante curioso. No nos los tomamos en serio, porque es poco probable que vulneren nuestros derechos fundamentales a un grado mayor en algún momento de nuestra vida. No obstante, existen personas que no pueden decir lo mismo, personas que día a día viven con temor de sufrir maltrato, agresión física como verbal, o ser rechazados por esa sociedad que alega que los derechos humanos son su prioridad en su labor por garantizar la integridad, igualdad y dignidad del ser humano. Es sencillo ignorar un hecho que nos resulta impersonal.
Han pasado cincuenta años desde los disturbios de Stonewall en la ciudad de Nueva York, desde que una minoría social no reconocida se alzó para protestar a favor de la igualdad y el respeto. A partir de ese momento, surgió el movimiento que nosotros conocemos como la Comunidad LGBT+, velando por la promoción de sus derechos fundamentales en la Comunidad Internacional. Sin embargo, existen Estados e individuos que rechazan un cambio al status quo, esto los conlleva a proyectar ese rechazo a instancias violentas e inhumanas.
Chechenia no es la excepción, un estado desunido y deshabilitado entorno a una serie de conflictos que los caracteriza como un territorio inestable. Esa inestabilidad se traduce en indiferencia hacia las minorías sociales, logrando que se permitan prácticas que van en contra del Derecho Internacional Público y el Derecho Internacional Humanitario, en tiempos de paz y en tiempos de guerra. Tantas voces han sido silenciadas, que prácticamente no queda ni una sola voz que narre la situación actual de la Comunidad LGBT+ en Chechenia.
II. Potestades del Consejo de Derechos Humanos frente la violación sistemática de derechos humanos.
En primer lugar, cabe resaltar que el Derecho Internacional funciona como una herramienta que responde adecuadamente a las coyunturas que ocurren en el ámbito internacional. De ese modo, el Derecho Internacional actúa a través de diversos organismos y actores internacionales, como en este caso lo sería la Asamblea General de las Naciones Unidas -con sus 193 estados miembros- al efectuar sesiones anuales extraordinarias para discutir los diversos retos que se le presentan a la Comunidad Internacional.
Los organismos del Derecho Internacional utilizan mecanismos de protección y promoción de los derechos humanos como instrumentos para poder determinar con precisión los casos del cumplimiento y de la violación de los estándares institucionalizados en el marco constitucional e internacional. Los lineamientos del Derecho Internacional son delimitados mediante la potestad de cada organismo en su función legislativa e intergubernamental, tomando en consideración todos los aristas de los que se ocupa cada convenio o acuerdo internacional. Sin embargo, el Derecho Internacional debe cumplir con el debido proceso ante una violación sistemática de los derechos humanos para con el respaldo de una legislación doméstica en caso haya ocurrido en un territorio específico, perteneciente a un país en concreto.
De ese modo, el Consejo de Derechos Humanos posee la potestad de fortalecer y proteger los derechos humanos a una escala internacional. Dicho organismo adoptó la Resolución “Construcción Institucional del Consejo de Derechos Humanos” un ‘Paquete de Construcción Institucional’, el cual proporciona diversos elementos que guían su trabajo futuro. Uno de los mecanismos es el “Examen Periódico Universal”, sirviendo como un instrumento para examinar la situación de los derechos humanos en los Estados miembros de la ONU. El examen se basa en la información preparada por el Estado, consistiendo en un informe nacional sobre la base de las directrices generales que adopte el Consejo, conjuntamente a cualquier tipo de información que pueda ser considerada como pertinente (2007).
A partir de los resultados del examen periódico anual, el Consejo decidirá si se necesitan medidas de seguimiento y el momento indicado para su adaptación. Asimismo, el resultado obtenido del examen periódico anual deberá ser aplicado principalmente por el Estado examinado. Para que las respuestas adecuadas sean implementadas, se deben tomar en cuenta las necesidades frente a lo que establezca el examen y así, la Comunidad Internacional presta asistencia para la aplicación de las recomendaciones y conclusiones relativas a la situación (2007).
El examen también incluye al ‘Comité Asesor’, funcionando como un “grupo de reflexión” para el Consejo en las cuestiones relativas a los derechos humanos, brindando consultorías acerca de cada situación en particular. El Comité Asesor considera las causas y los efectos en una tasa de probabilidades que se comprueban llevando a cabo estudios e investigaciones por parte de las Comisiones de Investigación enviadas por la Asamblea General o incluso la presencia de tropas de mantenimiento de la paz, desplegadas por el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz con la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El comité posee la potestad de formular sugerencias para mejorar la eficiencia procedimental del Consejo, fijando directrices específicas cuando se le solicite una contribución sustantiva, así como una variedad de propuestas dentro del ámbito de trabajo establecido (2007).
Asimismo, el Consejo también ofrece una variedad de mecanismos tales como el ‘Método de Denuncias’, que permite a los individuos y organizaciones presentar denuncias sobre violaciones de los derechos humanos:
- La persona que realice la denuncia no puede tener motivaciones manifiestamente políticas y que sea compatible con los acuerdos internacionales sobre la protección y promoción de los derechos humanos.
- Debe entregarse una descripción fáctica de las presuntas violaciones, estipulando los derechos que se han visto entrometidos.
- La denuncia no puede basarse exclusivamente en informes difundidos por las empresas de medios de comunicación.
- En el caso particular que se hayan agotado los recursos de la jurisdicción doméstica, o se dé el caso que sean ineficaces o se prolongue injustificadamente.
Si bien el Consejo de Derechos Humanos posee diversas capacidades para realizar una labor eficiente en cuestión de una vulneración de derechos humanos a gran escala, el diagnóstico que se realiza a través del Examen Periódico Anual presenta defectos. Esto ocurre principalmente debido a la malversación de información y la poca disposición de algunos estados de contribuir activamente con la protección y la promoción de derechos humanos a una escala mundial.
III. Situación actual de los derechos humanos de la Comunidad LGBT+ en Chechenia.
Según Lara, la crisis humanitaria de Chechenia se origina con la decisión llevada a cabo por Boris Yeltsin, el 11 de diciembre de 1994, realizando una intervención con el pretexto de restaurar el orden constitucional y acabar con el espíritu independentista del pueblo checheno. Además, esto causaría un impacto directo en las relaciones socio políticas y diplomáticas de los estados caucásicos, al disuadirlos de iniciar un movimiento de independencia que se asemeje al de la población chechena. Sin embargo, el conflicto perduró por tres meses, puesto que el ejército ruso se enfrentó a diferentes tipos de dificultades al buscar el control geopolítico de la región chechena, concluyendo en el control total de la capital, Grozni. Con la inserción de Salambel Hadzhiev como jefe de estado, los rusos garantizaron su victoria sobre los movimientos independentistas, tanto en las repúblicas de Chechenia como de Tartaristán, seguido de un dominio del 80% del territorio de Chechenia (1995).
Los soldados rusos recurrieron a ahorcamientos y a incineraciones masivas de la población civil sin represalia alguna de su gobierno a cargo, dando a entender la falta de supervisión y de cuidado ante la instauración de un autoritarismo totalitario en Chechenia y sus alrededores. No es la primera vez que se vulneran los derechos humanos dentro del marco de acción que realiza la Federación Rusa desde 1991, negando la entrada de asistencia humanitaria ofrecida por la Cruz Roja Internacional, para evitar la presencia de testigos que puedan denunciar las atrocidades que se cometen durante el conflicto en ese momento (1995).
Los abusos que se cometen contra la población civil continúan hasta el día de hoy, presentándose de diversas maneras, al censurar a los medios de comunicación. Las voces permanecen silenciadas por miedo a represalias por parte de un gobierno controlador y castigador, que se apega a un modelo de desarrollo de carácter autoritario y arbitrario. Desde febrero del 2017, en el Sur de la República de Chechenia, tanto las fuerzas de seguridad como oficiales de la policía detuvieron y colocaron en centros de atención alrededor de 100 personas en la sospecha de que eran parte de la Comunidad LGBT+. Durante su estadía, las personas que se encontraban detenidas en los centros fueron sometidas a electrocuciones, palizas e incluso fueron humilladas públicamente. A partir del uso de ese mecanismo de tortura para conseguir información, las personas que estaban dentro del radar de las autoridades estaba obligado a delatar a otras personas que sean homosexuales, alcanzando una cifra de más de 100 personas que han sido detenidas arbitrariamente y condenada a una serie de tratos inhumanos, hasta la fecha (2018).
Según Sartorio, al momento que una persona es identificada como un principal sospechoso de ser homosexual o transexual, es forzada a asistir a la comisaría o al centro de detención más cercano, con la finalidad de coaccionar a confesar y a delatar información sobre conocidos que sufran de la misma “condición médica”. Asimismo, es un porcentaje reducido el de las personas que logran salir impunes de estos procesos extraoficiales por parte de las autoridades estatales, o regresan con sus familias o desaparecen de un día para otro. En el caso específico que sean de utilidad para las investigaciones que se están llevando a cabo, las autoridades lo exponen frente a su círculo social con la intención de humillarlo (2018).
Por otro lado, el diario ruso independiente Novaya Gazeta publicó que más de un centenar de hombres que eran considerados homosexuales habían sido secuestrados como parte de una estrategia elaborada por las autoridades locales. Según el diario, las personas que fueron secuestradas fueron sometidas a tortura y revelar las identidades de otras personas que estén afiliadas al movimiento LGBT+. Este reporte ha sido corroborado anteriormente por Sartorio en su artículo “Seek and Destroy, Chasing a Problem that Does Not Exist? – A Brief Look at Chechenya Unofficial Hunt for Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender (LGBT) Chechens and Human Rights Indifference” (2019). Incluso, la revista Advocate reveló que las autoridades pretenden estar interesados en personas de su mismo sexo al utilizar las redes sociales como una herramienta para acelerar el proceso de reconocimiento. Las autoridades se infiltran en las redes sociales donde a menudo se frecuentan las citas virtuales o las discusiones en línea sobre la diversidad de género o iniciativas que buscan respaldar a las minorías sexuales. Esto ha conllevado a que varias personas eliminen sus cuentas o las desactiven temporalmente por temor a ser capturados o detenidos (2017).
Además, tanto las autoridades de Chechenia como las de Moscú negaron las acusaciones de las presuntas violaciones sistemáticas hacia miembros del movimiento LGBT+, resultando en que la única investigación penal preliminar sobre las denuncias que realizó Maxim Lapunov, una víctima de los crímenes incurridos por las fuerzas policiales a cargo del cumplimiento de la ley, fuera archivada para invalidar su tipificación (2019).
De alguna manera, la información que ha sido publicada por parte de Novaya Gazeta desenmascara la dura realidad de Rusia frente a la protección de la libertad de expresión y la independencia de los medios de comunicación, un estado estructurado pero, a la misma vez, controlador y no democrático en tanto no vulnera lo estipulado por su propia Constitución.
Por su parte, a nivel internacional, este hecho no ha pasado desapercibido. El 30 de agosto del 2018, 18 miembros de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea establecieron el Mecanismo de Viena, el cual busca la verdad sobre las graves violaciones de derechos humanos cometidas en Chechenia y, reclama una investigación efectiva sobre ellas. No obstante, a causa de una respuesta insuficiente de la Federación Rusia en relación con las violaciones de derechos humanos cometidas a lo largo del 2017, 16 estados participantes de la OSCE establecieron el Mecanismo de Moscú. El Mecanismo de Moscú se encargó de determinar a un relator especial para la redacción de un informe sobre las alegaciones en Chechenia.
El informe del relator especial fue publicado el 20 de diciembre del 2018, confirmando las denuncias de las graves violaciones de derechos humanos a personas LGBT+ y a defensores de los derechos humanos en diferentes medios, específicamente abarcando denuncias de acoso y persecución, detenciones o reclusiones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. En el informe, el relator –Wolfgang Benedek- señala que la impunidad de los gobiernos de Rusia y de Chechenia respectivamente se interponen en una rendición de cuentas adecuada frente a una violación de derechos humanos. El informe sugirió una serie de recomendaciones a la Federación Rusa:
- La apertura de una investigación sobre las denuncias.
- El establecimiento de un comité especial de investigación que lleve a cabo investigaciones efectivas, imparciales y transparentes sobre las denuncias.
- La apertura de una investigación penal sobre las violaciones de derechos humanos en el caso específico de Maxim Lapunov.
Luego de ocho días de publicación, las autoridades reanudaron su persecución de personas consideradas LGBT+ en Chechenia (Amnistía Internacional, 2019). El líder checheno Ramzán Karímov designó al informe como parcial e infundado. Karímov agregó que los autores del documento no estudiaron la situación en Chechenia, al no contactar a las autoridades, las fuerzas del orden ni con la población. Estas declaraciones recalcan una vez más, la negación de cualquier tipo de responsabilidad en el asunto (Sputnik, 2018).
IV. La posible respuesta del Consejo de Derechos Humanos en Chechenia: ¿Un triunfo para los derechos humanos o una causa perdida?
Para que se dé paso a analizar una posible intervención de asistencia humanitaria en Chechenia por parte del Consejo de Derechos Humanos, las violaciones y abusos deben pertenecer al menos a un concepto dentro del marco terminológico de la ONU para el conflicto. En base a estudios llevados a cabo por la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) durante la década de los noventa en medio de los disturbios ruso-chechenos y el reporte brindado por el diario independiente ‘Novaya Gazeta’, se puede concluir que las violaciones sistemáticas cometidas contra la Comunidad LGBT+ pertenecen al contexto histórico y conceptual de una población vulnerable.
En el caso particular de Chechenia, han sido reportadas mas de 100 desapariciones y detenciones a personas consideradas como homosexuales, dando a entender que si bien la discriminación varía en números, esta persiste alrededor del mundo. En sí, considerando a la Comunidad LGBT+ como una población vulnerable por encontrarse expuesta a actos de discriminación o de maltrato, es ahí donde el Derecho Internacional entra en vigencia.
Por ello, debemos considerar documentos o convenios que se orienten a discutir el problema de manera más directa, como serían los Principios de Yogyakarta, al abordar una amplia gama de normas que se enfocan en los derechos humanos y su aplicación a los asuntos de orientación sexual e identidad de género. Los Principios de Yogyakarta no solo afirman la necesidad implementar políticas que velen por la protección de los derechos humanos, también brinda recomendaciones detalladas para los estados, el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, las instituciones nacionales de derechos humanos, los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales y los organismos que financian.
De esta manera, para que el Consejo de Derechos Humanos pueda autorizar el envío de asistencia humanitaria a Chechenia, debe acudir al ‘Paquete de Construcción Institucional’ que posee. Esto se debe a que con la aplicación del “Examen Periódico Universal”, el Consejo puede examinar la situación de los derechos humanos no solo de Chechenia, sino también dentro del territorio ruso. Si esto no resulta suficiente, debemos considerar que el examen permite que se provean compilaciones preparadas por otros organismos internacionales o interlocutores que posean información creíble y fidedigna, tal y como la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) y el diario Novaya Gazeta.
El problema recae en que el proceso debe involucrar activamente al país que está siendo examinado, en este caso Chechenia ha realizado pronunciamientos sobre la vulneración de derechos humanos, negando no sólo los hechos cometidos en torno a los abusos a la Comunidad LGBT+ sino también, la existencia de personas que sean homosexuales. Es en ese sentido, el resto de iniciativas como la función del ‘Comité Asesor’ en brindar sugerencias para la agilización del procedimiento formal o, el ‘Método de Denuncias’ en recolectar cuadros persistentes de vulneraciones de derechos humanos con los Grupos de Trabajo sobre las Comunicaciones y las Situaciones, no van a ser implementadas si no va concorde a la opinión u política interna de Chechenia.
Por ese motivo, las sugerencias que le presente el Consejo de Derechos Humanos al gobierno checheno fallarían en su aplicación por dos razones principales. En primera instancia, porque sucedería algo similar a lo que ocurrió con la OSCE, el gobierno aplicaría temporalmente las recomendaciones brindadas, pero lo dejaría de lado cuando deje de permanecer bajo constante supervisión. La segunda razón sería porque el ‘Método de Denuncias’ le brindaría la facilidad de identificar a personas homosexuales de manera más eficaz, impidiendo que el mecanismo de denuncias sea accesible a la población civil al ser manejado por el propio Estado.
Nos encontramos en un dilema que solo puede ser resuelto por órganos de competencia universal, y ciertamente nuestro sistema internacional es anárquico. Aunque, debemos tomar en cuenta que si existe una posibilidad de alcanzar un triunfo no solo hacia la representación política y social de la Comunidad LGBT+ en Chechenia, sino un triunfo para la idealización y la trascendencia de los derechos humanos por medio del Derecho Internacional. Las presiones externas por parte de la sociedad internacional hacia el accionar del gobierno de Chechenia y la injerencia que tiene la Federación Rusa puede radicar en que ocurra un cambio en la situación de vulnerabilidad de los derechos humanos de la Comunidad LGBT+. Las presiones externas pueden aplicarse debido a la presencia de actores internacionales, en incentivar a los estados en el cumplimiento del Derecho Internacional como un medio para garantizar orden a nivel mundial.
Para finalizar, me gustaría citar a Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de los Derecho Humanos de las Naciones Unidas en su pronunciamiento durante un evento del grupo central de la Comunidad LGBT+: “Juntos, podemos derrotar al miedo”. Esta frase demuestra que frente a la creciente presencia de organizaciones y actores internacionales en controversias similares a las de Chechenia, se puede generar un cambio aludiendo a lo que nos caracteriza como seres humanos y los que no vincula como Comunidad Internacional.
Fuentes
AMNISTIA INTERNACIONAL
2019 “Rusia: Se renauda la represión homófoba en Chechenia”. Amnistía Internacional.
BONET, Pilar
2013 “Rusia aprueba por unanimidad la ley que prohíbe hablar sobre la homosexualidad”. El País. Recuperado de:
https://elpais.com/sociedad/2013/06/11/actualidad/1370934612_041697.html
CALIBAN
2018 “La investigación de la OSCE concluye que existen pruebas manifiestas de la persecución, tortura y ejecución de personas LGTB en Chechenia”. dosmanzanas.com. Consulta: 13 de noviembre del 2019.
EL MUNDO
1999 “Rusia acepta una misión de la OSCE en Chechenia pero redobla los bombardeos”. El Mundo. Sernonovodsk, 13 de noviembre.
https://www.elmundo.es/elmundo/1999/noviembre/13/internacional/chechenia.html
NACIONES UNIDAS CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS
Información previa al Consejo de Derechos Humanos. Consulta: 30 de octubre del 2019.
https://www.ohchr.org/SP/HRBodies/HRC/Pages/AboutCouncil.aspx
REYNOLD, Daniel
2017 “Chechenya is Torturing Gay Men in Concentration Camps”. Advocate. Recuperado de:
https://www.advocate.com/world/2017/4/10/report-chechyna-torturing-gay-men-concentration-camps
SARTORIO, P.
2018 Seek and Destroy, Chasing a problem that does not exist? – A brief look at Chechnya Unofficial Hunt for Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender (LGBT) Chechens and Human Rights Indifference. Recuperado de:
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3314360
SPUTNIK
2018 “Chechenia repudia el informe de la OSCE sobre violaciones de DDHH”. Sputnik. Piatigorsk, 22 de diciembre.
https://mundo.sputniknews.com/rusia/201812221084321576-derechos-humanos-lgbt-titiev/