Por: José Carlos Fernández Salas
Estudiante de Derecho en la PUCP
Existe en las universidades en Europa y los Estados Unidos una tensa evolución de un ámbito académico relativamente joven. Se le denomina “Religionswissenschaft”. Se usa un término alemán, pues éste permite englobar en una sola palabra lo que en el inglés sería “Science of Religion” o «Academic Study of Religion» y en el español “Ciencia de la Religión” o “Estudio Científico de la Religión”. Esta área de estudio busca diferenciarse de las tradicionales facultades de teología por su afán de plantear un enfoque académico, imparcial, a la luz de la razón y con las herramientas y métodos propios de cualquier estudio científico, todo ello aplicado a la noción de “Religión”, un fenómeno, por decir lo menos, de compleja definición.
A pesar de que algunas universidades tienen dentro de sus facultades desde comienzos del siglo XX departamentos dedicados a la religión desde enfoques históricos, filosóficos, sociológicos, antropológicos o filológicos, no todos los académicos de esta área han llegado a un acuerdo sobre la forma en que este estudio científico debe realizarse o aún si este tipo de abordaje científico es al menos viable; todo esto por una razón principal: la definición del objeto de estudio del Religionwissenschaft sigue siendo objeto de debate actual. Como uno se puede imaginar, la “Religión” como concepto o como categoría es de muy difícil delimitación. La variedad de credos y prácticas que existen a lo largo y ancho del planeta, que no se limitan a las 3 principales religiones monoteístas, sino incluyen una diversidad de creencias y prácticas de grupos de todo tipo, y el hecho de que la religión se encuentra no necesariamente en instituciones identificables sino en la vivencia particular de cada persona, dificulta la identificación del objeto de estudio de esta novel ciencia. Sin embargo, a pesar de todo, el Religionswissenschaft como área de estudio ha llegado a establecerse como una disciplina estable en universidades de élite en el mundo. Por lo demás, es de resaltar que el estudio de la religión no se limita a un divagar teórico acerca de un concepto puramente abstracto, sino, más bien, ha demostrado una vital importancia al momento de analizar problemas actuales de trascendencia, de los cuales son solo ejemplos la grave tensión como consecuencia del 9/11 y el debate y las represalias a las representaciones de Mahoma y/o Alá en publicaciones o videos en los países occidentales. Para todos estos casos, el Religionswissenschaft ha resultado un campo de estudio no solo indispensable, sino además, ciertamente rentable.
Siendo así, uno se pregunta ¿por qué razón el Religionswissenschaft ha logrado independizarse tan rápidamente en el espectro de campos de estudio académico en las universidades, mientras que la denominada «Ciencia del Derecho» se mantiene entremezclada con lo que actualmente representan las facultades de Derecho? Veamos. Las facultades de Derecho o de Jurisprudencia han existido desde los orígenes de las universidades desde el siglo XI en adelante. Sin embargo, lo que hoy conocemos como una facultad de Derecho no podría considerarse como un espacio destinado al desarrollo de la Ciencia del Derecho. El objetivo principal de una facultad de Derecho actual es la preparación de técnicos legales que presten asesoría privada, se desempeñen como funcionarios públicos o incursionen en campos específicos de la sociedad. En otras palabras, agentes que no se pregunten por qué el Derecho es de una u otra manera, sino simplemente que lo sepan utilizar. Para ello es relativamente innecesario el estudio de nociones abstractas, conceptos, categorías; basta con el mero entrenamiento en la identificación de problemas y la aplicación de las herramientas legales adecuadas.
Sin embargo, paralelo a este entrenamiento de profesionales en Derecho, existe un ámbito diferente que cubre el estudio académico y científico del Derecho, aquel campo que el mundo jurídico asocia más con el Derecho alemán o el italiano y no tanto con la practicidad del Common Law. De esta manera, el abordaje propio de la Ciencia del Derecho está más cerca que lo que uno podría imaginar del campo de las humanidades o ciencias humanas. Aunque el término «humanidades» en el idioma español no incluye el estudio del Derecho (cada facultad con su propio pabellón), la traducción de “humanidades” en alemán «Geisteswissenschaft» sí incluye al estudio científico del Derecho o “Rechtswissenschaft”. Es al Rechtswissentschaft al que corresponde tener la ultima palabra al momento de analizar cuáles son las herramientas necesarias para abordar tal o cual realidad socio-económica, cómo debe interpretarse y desarrollarse el Derecho existente y cuándo es conveniente hacer modificaciones o reformas legislativas. Este es el ámbito de la Ciencia del Derecho o Rechtswissenschaft.
Ahora bien, es cierto que ese trabajo lo realizan actualmente los profesores de Derecho y los abogados con cierto interés académico. El problema es que actualmente, por tomar el ejemplo de nuestro país, por un lado, en la generalidad de casos son los propios abogados en ejercicio los que se encargan del trabajo académico y del trabajo profesional a la vez y, por otro lado, la comunicación entre los académicos del Derecho con los estudiosos de otras ramas de las humanidades es mínima o nula. Ahora bien, no hay por qué lamentarse de ello y atribuirlo al bajo nivel académico de la educación en nuestro país. Al menos en este tema, aún en la meca de la Ciencia del Derecho –Alemania- existe un similar problema. Si bien en este país las cátedras universitarias (Lehrstühle) sí las tienen exclusivamente profesores dedicados a tiempo completo a la enseñanza y la investigación, y son ellos los que cumplen el rol de desarrollar el Rechtswissenschaft, los alumnos de primer ciclo de Derecho no tienen ninguna posibilidad de escoger entre el estudio académico del Derecho y la profesionalización en el uso del Derecho. En su carrera tienen prácticamente solo lo segundo: una preparación minuciosa en el estudio de las normas existentes sin detenerse demasiado en el trasfondo y los objetivos de los diferentes conceptos o categorías. El estudiante llega a ser solamente un técnico altamente calificado en el uso y la aplicación del Derecho, pero su eventual interés académico solo podría realizarse en la etapa posterior al estudio universitario en la carrera por alcanzar una cátedra. Siendo así, somos conscientes de que tanto en Alemania como en nuestro país en este estado de cosas tomará un buen tiempo para que el Rechtswissenschaft llegue a posicionarse de manera independiente como lo ha hecho el Religionswissenschaft respecto de la Teología, las Ciencias Políticas respecto de la carrera política o la misma ciencia económica respecto de la actividad de los agentes económicos.
De todos modos, tal como señalamos en el caso del Religionswissenschaft, el trabajo del Rechtswissenschaft tiene también enorme relevancia para cualquier sociedad. Si bien el Rechtswissenschaft parte del análisis de la estructura normativa de un sistema, del estudio de sus instituciones, de la abstracción a través de categorías y de la comparación con otros sistemas, el resultado de estos métodos es en última instancia la optimización del Derecho, el cual tiene que ser simplemente recogido, aprendido y aplicado por los profesionales o técnicos en Derecho. Conforme a lo dicho aún recorrerá un camino largo el Rechtswissenschaft en su búsqueda de autonomía, pero sirva este breve texto para dar cuenta de la naturaleza de la actividad de aquellos que se dedican al Derecho, tanto los que se dedican a aplicar el Derecho como aquellos que se dedican a estudiarlo; para recomendar la especialización de las facultades en la preparación de profesionales en la aplicación del Derecho restándoles cursos abstractos, teóricos e innecesarios y, al mismo tiempo dando su lugar a los académicos del Derecho para que se vuelquen a un apropiado estudio científico otorgándole su real lugar e importancia en el esquema de las ciencias
Querido José Carlos Fernández Salas comparto tu opinion en interesante publicación, antes estos avatares en los que se enrola el derecho ahora, tu que propondrías? Hacer dos facultades? Una de Facultad de Derecho Tecnico y otra de Derecho Cientifico.Una humilde opinión. Saludos