“Todos los juicios son juicios para la vida de uno, como todas las sentencias son sentencias de muerte, y tres veces lo he intentado. La primera vez dejé la caja de ser arrestado, la segunda vez fui llevado a la casa de la detención, y la tercera pasé a la prisión por dos años. La sociedad como está constituida, no tiene un lugar por mí, no tiene nada qué ofrecer; pero la naturaleza, cuyas dulces lluvias caen sobre justos e injustos de la misma manera, tendrán hendiduras en las rocas donde yo pueda esconderme, y valles secretos en los que pueda llorar sin ser molestado. Ella pasará con las estrellas de tal modo que yo pueda caminar afuera, en la oscuridad, sin tropezar, y enviar el viento sobre mis huellas, así nadie pueda rastrearme a mi dolor: Ella me limpiará en grandes aguas, y con hierbas amargas, hacerme un agujero.”
[...] empezó su hábil interrogatorio. Se dividió en dos partes: una literaria y una orientada a hechos, enfocada en relaciones pasadas de Wilde. En la primera, Carson le preguntó a Wilde acerca de sus cartas a Douglas y sobre dos de sus obras publicadas, El retrato de Dorian Gray y Frases y filosofías para los jóvenes. Wilde defendió sus obras contra las sugerencias de Carson de que eran inmorales o que tocaban temas sobre homosexualidad. “No existe tal cosa como un libro inmoral” dijo Wilde acerca de Dorian Gray, simplemente “los libros están bien escritos o mal escritos”. “¿Esa es su opinión?” preguntó Carson, “una novela pervertida puede ser un buen libro?”. Cuando Wilde respondió “no sé a qué puede referirse por una novela ‘pervertida’”, Carson dijo “sugeriré que Dorian Gray puede interpretarse como una novela como esa”. Wilde contestó indignado: “eso solo lo pueden decir brutos e iliteratos. La visión del arte de filisteos es incalculablemente estúpida”. [...]
Como parte de la semana del libro, Enfoque Derecho entrevistó a Ramón Mujica, Director de la Biblioteca Nacional del Perú.
Creo que parte del problema es que existe cierta incomprensión (¿mucha?) sobre qué cosa cubre y qué cosa no cubre el sistema de propiedad intelectual. Hace poco revisaba un post en Enfoque Derecho titulado “Las ideas son libres: el argumento contra la propiedad intelectual”. Luego de leer el título me pregunté… ¿y quién sostiene que las ideas no son libres? ¿la propiedad intelectual? Una buena revisión de nuestra Ley sobre Derechos de Autor nos permitiría constatar que las ideas no son objeto de protección… están fuera del sistema.
En mi opinión, el corazón del problema radica en percibir con claridad de qué puede servir la Literatura al quehacer de los juristas. Muchos especialistas que trabajan el tema lo presentan bajo dos grandes capítulos: El Derecho en la Literatura y el Derecho como Literatura.