Enfoque Derecho tuvo la oportunidad de entrevistar a Yoani Sánchez durante su estadía en Lima. Yoani Sánchez es una filóloga y periodista cubana, considerada mundialmente un símbolo de oposición al régimen castrista. Su blog online «Generación Y» ha sido reconocido entre los 25 mejores del mundo. Actualmente se encuentra en una gira mundial, tras obtener un pasaporte luego de numerosos intentos.

AL: Sabemos que cuando acabe tu gira planeas regresar a La Habana y que tu próximo proyecto es el lanzamiento de un periódico libre en Cuba. También es cierto que hoy en día el contexto informativo en Cuba no es el mismo de hace años: existen redes de información clandestinas alternativas a la oficial y una mayor difusión de información. ¿Qué tanto ha variado en realidad dicho contexto? ¿Cuáles crees que serán los retos con los que te toparás en este nuevo proyecto, que visto desde afuera parece irreal en un país como Cuba?

YS: Es cierto que ha mejorado el contexto de información al que tenemos acceso los cubanos, pero no ha sido por voluntad política. Hay que aclarar eso porque no es que el gobierno haya permitido de manera voluntaria, o en un gesto magnánimo, la existencia de estos espacios, sino que  los ciudadanos se han atrevido a crearlos y la tecnología nos ha beneficiado. Hace 15 años esto era imposible, era una época en la que los activistas iban a prisión, los periodistas eran encarcelados y reprimidos, y la información no salía porque no habían caminos para salir. Entonces ahora nos hemos topado con la tecnología y hemos podido crear estar redes alternativas de información en las que no solamente se mueven noticias. También se mueve material audiovisual que contiene libros, incluso de literatura cubana censurada dentro de la isla. A mí eso me da esperanza en el proyecto que tengo de crear un periódico digital, que además bebe de la experiencia de publicaciones anteriores que se están haciendo dentro de la isla, como por ejemplo Convivencia o Primavera Digital. Es que esto no es nuevo. Quizás al mundo le parece novedoso, pero no lo es. Ya se está haciendo, y quiero aprovechar esa experiencia de la distribución clandestina de la información. Se que el día después, cuando ya todo esté permitido, será mucho más fácil tener un periódico. Será legal, tendremos una redacción con un cartel en la puerta que diga que ahí está nuestro medio de prensa. Pero en ese momento ya cualquiera podrá tener un periódico; lo más arriesgado, y creo que lo mas hermoso, es nacer en las circunstancias en las que estamos ahora. La idea es la creación de un periódico digital en una página web que pueda actualizarse desde Cuba y, por otro lado, una versión en pdf que se pase de mano en mano a través de memoria flash, cds, etc. No es lo óptimo, no es lo perfecto. Sé que muchos me dirán que es una locura, que así ningún periódico funciona. Pero las peculiaridades de Cuba me hacen pensar que sí. Nada es más atractivo que lo prohibido y nada hay más tentador que la búsqueda de información. En la medida que mis compatriotas sepan de la existencia del periódico y en la medida en que reflejemos más la realidad, que busquemos temas vitales para el cubano de a pie, lo buscarán y lo leerán. Ese es el reto y tengo esperanzas de que funcionará muy bien.

AL: Actualmente te has convertido en un símbolo internacional de oposición cubana. En el año 2008 ganaste el Premio Ortega y Gasset de periodismo y la revista Time te consideró entre las cien personas más influyentes del mundo. Asimismo, tu blog Generación Y fue elegido por Time y CNN entre los veinticinco mejores blogs del mundo. ¿Esta popularidad ha penetrado dentro de Cuba? ¿Te conocen todos ahí?

YS: No creo que todos, porque en Cuba hay un gran monopolio de información del Estado que controla los grandes medios de difusión. No creo que sea justo con los activistas y los opositores cubanos juzgarlos según cuánto los conocen o no en la isla, porque eso no es una señal de su mucha o poca importancia, sino del control informativo. En mi caso personal, hay muchas personas que me conocen. No soy quizás el individuo indicado para decirlo, porque parece un poco arrogante, pero cuando camino por la calle mucha gente me identifica. Y, además, el propio  gobierno se ha ocupado de eso, porque ha sacado mi rostro rodeado de los peores adjetivos en televisión nacional. Entonces, los cubanos que son expertos en leer “sí» cuando dice “no”, cuando dice “blanco” leer “negro”, “rojo” cuando dice “verde», pues han visto mi rostro y esos ataques con la curiosidad de que una mujer está haciendo algo bueno. Todas las veces que lo han hecho me he sentido agradecida.