Entrevista al Juez del Primer Juzgado Constitucional de Lima, Dr. David Suárez (DS)
Por Josefina Miró Quesada, directora de Enfoque Derecho (JMQ)
JMQ: Quisiera comenzar hablando de la huelga de los trabajadores del Poder Judicial que se genera por un rechazo a la Ley Servir, pues según alegan vulnera su independencia. ¿Considera que ello tiene asidero?
DS: El tema es el siguiente. Ellos dicen que si es que hay algunos órganos que han sido dejados de lado de la Ley Servir porque dicen que son entidades autónomas…
JMQ: …algunas como el Congreso, por ejemplo, el BCR, la SBS, entre otras.
DS: Exacto; dicen que a nosotros como Poder del Estado las normas del Ejecutivo no deberían alcanzarnos. Si al Congreso también lo sacan por ser el Poder Legislativo, a nosotros también deberían sacarnos, debería haber una ley especial.
Ahora, el presidente de la Corte Suprema ha presentado un proyecto alternativo, que es un “SERVIR del Poder Judicial”, y estamos en eso, porque de alguna u otra manera, [la ley SERVIR] sí vulneraría la independencia de los Poderes.
JMQ: Ahora, permítame hacer una analogía con la huelga médica en el sentido que tanto el acceso a la justicia como a la salud constituyen servicios básicos, mínimos, derechos fundamentales que han de ser garantizados por el Estado. ¿Cómo responde la legislación o el Estado frente a estas carencias?
DS: Es lamentable. En el caso de la salud por lo menos no se paraliza el área de emergencia, sigue funcionando. Aquí no sucede lo mismo, y pudo haberse dado así respecto al área de Constitucional, siendo ésta de tutela urgente es como si fuera un área de emergencia respecto a los otros juzgados de derechos patrimoniales, como el comercial, civil o contencioso que bien pueden hacer el símil del consultorio.
Pese a ello, se cierra la puerta; teniendo acá familia y sobre todo, familia tutelar e infractores menores. Un día de esos escuché al juez de infractores (acá hay dos en Lima y están en turno y posturno) decir: “No dejan entrar ni a mi asistente. A mi me traen niños y jóvenes infractores, sábados, domingo, todos los días las 24 horas del día, por lo que necesito a mi asistente, pero ni a mi asistente dejan entrar”. En este piso por lo menos, ni una persona trabajó ni un día.
JMQ: Respecto a las secuelas y al panorama post-huelga –y soy testigo de la excesiva carga procesal que tengo enfrente [Imagen 1]-, ¿qué otras consecuencias han derivado de esta huelga de casi 50 días de paralización de las labores del PJ?
DS: Te comento. En otras oportunidades, a veces entraban los trabajadores a partir del mediodía a avanzar trabajos atrasados. Por responsabilidad del cargo, entraban a trabajar y cuando se levantaba la huelga, y lo atrasado felizmente salía, empezaban a recibir toda la carga de los días que no había habido movimiento. Pero esta vez nadie entró ni un día; es decir, como si no hubieran existido para el Poder Judicial en esos 46 días.
Sin embargo para la sociedad en su conjunto estos 46 días sí existieron; todo el mundo preparaba demandas, contestaciones, recepciones, todos los escritos que los despachos de abogados preparan y sobretodo, los que tenían plazos por vencerse. Por eso, los primeros tres días, las colas eran kilométricas. Y dentro de esas colas habían unas especiales, que eran las colas del FONAVI. Como éstas colapsaban el sistema, tuvieron que habilitarles ventanillas especiales para que presenten sus demandas.
Imagen 1:
JMQ: Con respecto al caso de los Fonavistas, pude presenciar una resolución donde se señalaba que desde agosto hasta la actualidad, los diez juzgados constitucionales han recibido más de diez mil demandas para que se cumpla le Ley del FONAVI aprobada vía Referéndum. Lo sorprendente es la modalidad bajo la cual se presentan, la duplicidad continua de éstas, el testimonio de un afiliado que señala que las demandas se reparten por la Asociación de Fonavistas diciendo que en caso se las rechacen, sigan insistiendo y además de ello, les cobraban por todos esos documentos. Preocupa que este caso no haya tenido la merecida difusión. ¿Cómo afronta el Poder Judicial esta problemática?
DS: En un inicio, estas demandas fueron entrando de a poco, diez, quince, veinte. Sin embargo, después de la huelga, los ingresos eran superiores a cien demandas diarias por juzgado. En una semana hemos recibido más de mil demandas. Todo esto [imagen 2] es del FONAVI. Hemos visto conveniente y nos hemos puesto de acuerdo los diez jueces constitucionales de enfrentar ello de distintos ángulos.
En un inicio, empezamos declarando improcedente, improcedente cada demanda una y otra vez. Le comento: todos los juzgados tenemos un juez, un asistente, dos especialistas abogados, un notificador y un archivero. Luego nos dieron un trabajador CAS que hacía las de “nuevo o segundo asistente”; esto es lo único que nos diferencia de todos los demás jueces. Los jueces constitucionales tenemos solo una persona más respecto de todos los otros juzgados y el tema es que el notificador en vez de preparar 2 o 1 expediente diarios, tiene que hacer cuarenta o cincuenta diarios. Entonces, foliar, cocer, archivos que pueden ser grandes o chicos, hacerlo diario y sistemáticamente, va retrasando todo. Lo mismo sucede con el archivero. Como verás, no hay un sitio dónde estén debidamente numerados, Y luego para buscar, ¡échatelas a buscar! Cuando ya no tienes dónde guardarlos, ¿cómo los ubicas? ¡Es una locura!
Imagen 2:
JMQ: Imagino, más aún, si tenía entendido surgió la posibilidad de que tres de los diez juzgados estuvieron a punto de ser redistribuidos a Lima Este…
DS: Exactamente…
JMQ: ¿Qué hicieron para impedirlo?
DS: Esta decisión partió del Consejo Ejecutivo Nacional, previo informe de una oficina que se encarga del desarrollo, planeamiento y descarga nacional. Entonces dijimos: “Nosotros tenemos entre trámite y ejecución, aproximadamente 3,500 a 4,000 expedientes cada juzgado. Por lo tanto, si van a redistribuir y nos van a dejar en siete, vamos a tener 50% más de la carga que tenemos actualmente”.
El otro argumento central fue que si tres se iban allá, ¿qué tanto de carga se iba a trasladar? En realidad, no se va ni el tres por ciento. ¿Por qué? Porque en Constitucional la competencia se da por dos motivos. No es como en civil que la competencia es del domicilio del demandado. En Constitucional, siendo improrrogable la competencia territorial, es donde se vulnera el derecho o el domicilio del demandante.
Pero sucede que como siempre son las últimas resoluciones las que vulneran el Derecho, las demandas siempre llegan a Lima ya que las oficinas siempre se encuentran en esta localidad. Por poner un par de ejemplos: i) En el caso de las ONP, hay gente de distintas provincias que terminan demandando en Lima, pues la resolución final se expide acá, por lo cual nosotros debemos admitir la demanda. ii) Lo mismo pasa con la Policía: un oficial puede estar trabajando en cualquier sitio del Perú, pero las resoluciones, en este caso Ministeriales, que vulneran el Derecho se producen en Lima.
Y así sucede con todas las entidades públicas, pues ningún Ministerio tiene sus oficinas en Ate, en Lurigancho o en Cieneguilla, lo cual genera una mayor carga procesal.
JMQ: Regresando al tema del FONAVI, ¿qué medidas se han adoptado con respecto a la abogada que firma estos escritos?
DS: A ver, luego de las consultas, mi despacho adoptó por tener soluciones industriales. Al inicio solo cambiamos las formas y en vez de gastar más tiempo cociendo las demandas, conseguimos engrapadoras más grandes para ir respondiendo de forma más eficiente. No obstante la semana pasada vimos que nos llegaban 200- 300 demandas, y en ese momento adoptamos nuevas medidas y comenzamos a acumularlas de 25 en 25 para declararas improcedentes.
Complementariamente a esto, acordamos poner multa a la abogada. Para esta medida, basta con encontrar una demanda idéntica que se haya interpuesto anteriormente para imponer la sanción. Y es que, en realidad es la misma demanda, sin más argumentos o cambios que mejoren el escrito. Incluso, lo más malicioso es que ninguna es apelada, pues a ellos no le interesa que esto llegué al Tribunal para que definan el caso a nivel nacional. Y así, a pesar de esto, se presenta el documento una, dos, tres veces y entonces, seguimos así.