Por: Carlos Marcos Lau.
Bachiller de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima.

Las empresas familiares tienen un valor relevante en las economías de cualquier país. Para reconocer su valor en nuestra economía, es importante destacar que suponen el 90% del total de empresas constituidas en el país y por ende aportan una cantidad sustancial al Producto Bruto Interno (PBI) nacional en las distintas áreas productivas que ofrece el mercado peruano. Por este motivo, considero que es importante conocer este tipo particular de empresa, tanto en su estructura como en su funcionamiento, los conflictos que suelen generarse dentro de esta, los mecanismos de solución y la gestión debida del mas preciado y a la vez el más frágil de sus valores como es la continuidad de la misma; materia del presente artículo.

Podemos definir empresa familiar como aquélla en la que tanto el capital como la gestión se encuentran centralizados en una o más familias, las cuales influyen directamente en la visión estratégica de la empresa. Cabe señalar que el factor que distingue a una empresa como “familiar” es el grado de presencia en el control administrativo y financiero que tengan los accionistas y su familia dentro de la misma. A mayor presencia de miembros de la familia en la empresa, surgen distintas visiones respecto al funcionamiento y manejo de la misma y por lo tanto una alta probabilidad de conflictos internos.

El Grupo Europeo de Empresas Familiares (GEEF)[1] define el concepto de empresa familiar de la siguiente manera:

“Una compañía, tenga el tamaño que tenga, es empresa familiar si: 1. La mayoría de los votos son propiedad de la persona o personas de la familia que fundó o fundaron la compañía, o son propiedad de la persona que tiene o ha adquirido el capital social de la empresa; o son propiedad de sus esposas, padres, hijo (s) o herederos directos del hijo(s). 2. La mayoría de los votos puede ser directa o indirecta. 3. Al menos un representante de la familia o pariente participa en la gestión o gobierno de la compañía. 4. A las compañías cotizadas se les aplica la definición de empresa familiar si la persona que fundó o adquirió la compañía (su capital social), o sus familiares o descendientes poseen el 25% de los derechos de voto a los que da derecho el capital social”.

La empresa familia se puede segmentar por generaciones. En la primera generación se encuentran el fundador ya sea de manera individual o junto a sus hijos los cuales gestionan la empresa. Las empresas rara vez son vulnerables en esta generación. El problema radica cuando los miembros de la primera generación se deslindan de la empresa por diferentes situaciones, dando paso a los miembros de la segunda generación (hermanos y primos) sin prever los conflictos que se podrían generar. Solo voy a referirme a este punto ya que considero que es esencial para la experiencia en la transmisión de la gestión de la empresa familiar a las siguientes generaciones.

Es en este momento, donde la crisis se agudiza ya que en la segunda generación todos se sienten capacitados para gestionar la empresa, sin considerar el verdadero aporte que puedan brindar a la empresa. En síntesis, una de las grandes vulnerabilidades de la empresa familiar está en la falta de formación de las siguientes generaciones. La empresa familiar hace aflorar lo mejor de las personas y puede llevar a una empresa a tener un buen posicionamiento en el mercado siendo líder en su rubro, cuando se trabaja en conjunto, pero también puede destruir el esfuerzo de años de trabajo.

Aunque todas las empresas familiares sean distintas entre sí, también tienen algunos problemas y metas en común. Son pocas las empresas familiares que dan el paso a la segunda generación, principalmente por una desorganización de las relaciones entre familia y empresa; diferencias generacionales y una falta de planificación de la sucesión.

Dentro de los conflictos que surgen en las empresas familiares considero de mayor relevancia los siguientes:

Continuidad.- Las empresas familiares tienen a un fundador que suele ser dueño, gerente y cabeza de la familia, es por este motivo que existe un cierto temor en la sucesión tornándose tediosa.

Estructura Organizativa:- Se mantiene la misma estructura de la empresa que se presento desde sus inicios, sin considerarse la actual situación de la empresa.

Conflictos en el interior de la familia.- Esta es una serie de problemas debido a no existir una clara distinción entre la empresa y la familia, llevando las costumbres y normas familiares al entorno de la empresa.

Profesionalización.- El bajo grado de profesionalización en muchas empresas familiares hacen que se elija al administrador o director entre los miembros de la familia, lo que conlleva en muchas ocasiones a malas elecciones.

Pongámonos, en el supuesto donde la empresa familiar está conformada por dos hermanos o fundadores (miembros de la primera generación) teniendo uno el 60% y el otro el 40% del total de las acciones. El hermano que consta del mayor porcentaje de accionariado es el encargado de gestionar la empresa y el otro respalda todas las medidas tomadas referidas a inversión, contratación del personal, etc. Existe una gran empatía, las relaciones familiares son más fuertes que nunca; se respira un ambiente de paz y tranquilidad. Sin embargo, pasaron los años y se ven en la necesidad buscar un sucesor en la gestión de la empresa familiar. Ambos tienen 1 hijo. El hijo del hermano que  posee mayor accionariado, sustenta su derecho en el capital aportado por su padre, y viceversa. Las relaciones familiares se quebraron y nos planteamos  la pregunta ¿Quién es el llamado a suceder en la administración?

Es aquí donde nos encontramos frente a tres posibles soluciones. La primera es liquidar la empresa y repartirla de manera proporcional al porcentaje de accionariado, no siendo esta la mejor de las soluciones ya que lo que se busca es la permanencia de la empresa familiar en el tiempo. La segunda, es escindir la empresa. Y la tercera, que es la optima, es elegir a un sucesor con la conformidad de los accionistas, intentando que sea unánime.

Para evitar una crisis se debe realizar una planificación de la sucesión de manera anticipada, para que los posibles sucesores se encuentren capacitados o aptos para asumir el cargo, y de esta manera, conozcan la realidad de la empresa.

Cuando no se planifica la sucesión, nos encontramos frente a una crisis. Considero que el protocolo familiar podría ser un mecanismo de solución. El protocolo familiar ha sido una de las claves para resolver el conflicto dentro de la empresa familiar siendo una excelente herramienta de gestión, sin embargo ha tenido poca difusión.

El protocolo familiar es un documento mediante el cual los miembros de la familia acuerdan, la forma como se tomarán las decisiones más importantes en el manejo de la empresa y que se elabora mediante un proceso de negociación, por parte de los accionistas, con el apoyo de algún moderador o consejero (que no es miembro de la familia). El protocolo familiar no es un documento legal ni un acuerdo de accionistas.

Asimismo, se establece un Consejo Familiar, conformado por todos los miembros de la familia, que funciona independientemente de la empresa y representa la máxima autoridad en asuntos familiares, la cual tiene como deber el establecer el protocolo y velar por el correcto funcionamiento de este.

A pesar de los beneficios eminentes del protocolo familiar, este también tiene ciertas deficiencias ya que al no tener un carácter legal no es posible exigirle cumplimiento de lo acordado en el mencionado documento a un familiar que lo infrinja. Lo que hace viable el protocolo familiar son justamente vínculos entre los miembros de una familia y el compromiso que estos tengan frente a lo acordado.

Empresa y familia pueden interrelacionarse siempre y cuando exista una visión amplia de las ventajas y desventajas que se pueden generar. La planificación y el trabajo en conjunto es la clave del éxito, importante para que este tipo particular de empresa trascienda en el tiempo.


[1]http://gnoss.com/comunidad/empresafamiliar/recurso/GEEF–European-Group-of-Owner-Managed-and-Family-/b6fb6172-f944-4db3-bd0f-60a650e08165

2 COMENTARIOS

    • Estimado Marcelo:

      En caso no se hubiera suscrito un «Protocolo Familiar» o, cuanto menos, algún tipo de «Acuerdo de accionistas» el mecanismo que definirá quien será accionista y en qué porcentaje serán las normas sucesorias generales.

      Digamos que existian 160 acciones representativas del capital social (cada una con un valor nominal de S/. 1) y se produjo el deceso de tu padre. Asumamos, que todos ustedes ostentaban 40 acciones cada uno (es decir, un 25% del capital social) y que las acciones son parte de la sociedad de gananciales entre tu padre y madre.

      En tal sentido, según las normas de familia y de sucesiones el resultado sería el siguiente:

      1. Madre = 40 acciones (las que ya tenía) + 20 (la mitad de acciones de tu padre, esto por la liquidación de la sociedad de gananciales) + 6.6 (la tercera parte de las acciones restantes de tu padre -20- que se dividen entre ustedes).= 66.6 acciones (como es natural, en este escenario tendrán que decidir quienes ceden su 0.6 acciones a fin de materializarla en una acci´n efectiva).

      2. Hermana = 40 (las que ya tenía) + 6.6 (la tercera parte de las acciones restantes de tu padre -20- que se dividen entre ustedes).= 46.6 (lo mismo se aplica sobre el 0.6)

      3. Marcelo = 40 (las que ya tenías) + 6.6 (la tercera parte de las acciones restantes de tu padre -20- que se dividen entre ustedes).= 46.3 (lo mismo se aplica sobre el 0.6)

      En este escenario, el porcentaje de acciones entre tu familia sería aproximadamente (pues falta materializar una acción) de:

      Madre = 41.625%
      Hermana = 29.125%
      Marcelo = 29.125%

      Naturalmente, lo que te indico es únicamente una aproximación un tanto gruesa. Sin embargo, espero que te sea de utilidad.

      Saludos,

      RSV