Por Adriana Chávez Copa, miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho

Adriana Chávez Copa, miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho, conversó con Beatriz Ramírez Huaroto, abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú, especialista en temas de género y Derecho Constitucional, sobre la importancia de la paridad y alternancia en las elecciones del 2021.

ED: ¿En qué consiste la paridad y alternancia? ¿Cuál es la relevancia de su aplicación para las elecciones del 2021?

BR: La paridad y la alternancia son medidas de acción afirmativa. Eso significa que, en aras de promover la igualdad sustantiva, se adoptan jurídicamente tratos diferenciados para promover la participación en algún derecho específico de un determinado grupo social que históricamente ha sido excluido de su ejercicio en la práctica. Es importante que estas medidas empiecen a regir en las elecciones de 2021 en tanto que eso debería permitirnos tener una mejor representación de las mujeres en todos los procesos electorales a partir de ese año. Con las cuotas adoptadas a finales de la década de los 90 hemos logrado mejorar la participación de las mujeres, pero esta se ha estancado y no alcanza ni el 30% en la representación parlamentaria.
ED: ¿Cuáles son las principales causas de la baja participación política de las mujeres en el Perú? 

BR: La participación política es una actividad que requiere tener recursos no solo económicos, sino también de tiempo y en ambos aspectos, históricamente, las mujeres han tenido una posición desventajosa respecto de los hombres. En términos económicos todas las estadísticas nacionales muestran que, tanto en el campo formal como informal de la economía, las mujeres están menos representadas en quienes tienen mayores ingresos. En cuanto al tiempo, la evidencia que maneja el Instituto Nacional de Estadística e Informática muestra que el trabajo no remunerado enfocado en labores domésticas y de cuidado requiere una mayor inversión de tiempo por parte de las mujeres que de los varones, y eso deja menos margen para que puedan dedicarse a otras actividades como la política.

ED: En Latinoamérica, ¿qué países han adoptado esta manera de participación política?

BR: En América Latina, el país pionero en establecer medidas de acción afirmativa como la paridad ha sido Bolivia.

ED: Con respecto al voto preferencial, ¿cuál es el impacto de la no eliminación de esta medida?
BR: El problema del voto preferencial es que promueve que cada candidata y candidato haga una campaña personal y, en esa medida, yo sostengo que se trata de un mecanismo de discriminación indirecta. Eso implica que aunque la formulación de esta figura es neutra, en la práctica genera obstáculos diferenciados de acuerdo al acceso a recursos económicos que se necesita para hacer las campañas personales que se requieren. Si las mujeres estadísticamente tienen menos acceso a recursos económicos que sus pares hombres en general entonces la afectación sería para ellas mayor.
ED: ¿Cuáles son sus expectativas respecto a las próximas elecciones del 2021?

BR: Espero que con los cambios de reglas aprobados para el proceso electoral del 2021 y los siguientes podamos tener, por un lado, una mayor representación de mujeres tanto en el parlamento como en otros espacios de elección como los gobiernos subnacionales, y, por otro lado, espero que las personas que resulten electas tengan un mejor perfil que el que actualmente tenemos como autoridades en tanto se están añadiendo más restricciones que buscan a que quienes ocupen cargos públicos hayan tenido una trayectoria exenta de procesos judiciales, por ejemplo.


Fuente de imagen: Erreius