En el marco de #ViveElDesafíoProBono, presentamos la entrevista realizada a Julia Romero y Abner Casallo, estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNMSM y finalistas del Desafío Pro Bono, por el “Proyecto Isabella: Por una occisión digna”.
Entrevista realizada por Brunella Rodríguez, miembro de Khuska.
BR: ¿Qué los motivo a participar en el Desafío Pro Bono?
JR: Como estudiante de Derecho, considero que la labor que realizamos no solo debe estar reducida a resolver casos particulares, sino también a darnos cuenta de la incidencia que podemos tener nosotros al aplicar estos conocimientos en favor de la sociedad. El desafío Pro Bono te brinda ello, la oportunidad de elaborar – con lo aprendido en los cursos de Derecho – un proyecto que tenga incidencia social y con el cual se pueda ayudar a más personas.
AC: Desde mi punto de vista, hay un problema en cuanto al estudio del Derecho a nivel nacional. Generalmente se estudia el Derecho desde el punto de vista dogmático-conceptual y esto ha generado que haya un rol de dependencia por parte de Latinoamérica – en el caso del Perú – hacia Europa. En ese sentido, creo que el primer paso para crear un Derecho peruano es entender nuestra realidad. Justamente eso nos ofreció el presente proyecto, en tanto que analizamos un tema concreto y, a partir de este, pudimos crear o tratar de buscar una nueva forma de ver el Derecho a través del estudio de nuestra realidad.
BR: ¿Qué problemática social buscan enfrentar a través del “Proyecto Isabella: Por una occisión digna”?
JR: El “Proyecto Isabella: Por una occisión digna” está enfocado a poder reconocer el derecho de los padres a poder elegir la manera en cómo ellos desean enterrar a quien iba a ser su hijo o su hija. Para esto, nos basamos en el caso específico de Isabella, quien tuvo la pérdida de uno de sus menores y por una normativa de ESSALUD se le impidió poder enterrar a su hija diciéndole que – al no tener un peso de 500 gramos – no le era atribuible la calidad de persona.
Nuestro proyecto está enfocado en la realización de este derecho, el mismo que señala que – ya fallecido el feto – los padres tienen el derecho de elegir la forma de cómo enterrar a sus hijos.
Al investigar esta situación, nos dimos cuenta que el caso de esta mujer era muy recurrente en otras personas y que, debido a que el Derecho suele ser positivo, quienes lo aplican – como los profesionales de la medicina – lo hacen sin tener en consideración valoraciones previas, impidiendo que los padres puedan dar sepultura, de acuerdo a sus creencias.
BR: ¿En qué consiste el “Proyecto Isabella: Por una occisión digna”?
AC: Escogimos este título porque justamente explica la problemática del proyecto. Creemos que la occisión digna es un derecho que pertenece a los familiares y que no puede vulnerarse por una normativa como la que encontramos dentro de un manual interno de ESSALUD, la misma que señala que para que el feto fallecido pueda ser entregado a sus padres, la madre debía estar o pasar el vigésimo segundo mes de gestación o que el feto cuente con un mínimo de quinientos gramos.
En ese sentido, y a propósito del caso que comentamos con anterioridad, nuestra propuesta está dirigida a que esta norma particular sea derogada, para que así los padres puedan llevar a cabo la occisión digna del natimorto.
Todo esto, teniendo en cuenta que la Constitución y el Tribunal Constitucional señalan que el concebido es sujeto de Derecho, y que este se genera a partir de la unión del óvulo y el espermatozoide. Por esto último, no encontramos fundamento jurídico alguno que sustente esta normativa.
BR: ¿Qué les pareció la experiencia del Desafío Pro Bono?
JR: La mayoría de los estudiantes suelen simplemente pasar por las aulas de las universidades durante su formación para llegar a ser abogados y, muchas veces, se olvidan que en este proceso ya contamos con herramientas y capacidades que demuestran que podemos brindar soluciones para disminuir o eliminar problemáticas sociales.
Creo que el Desafío Pro Bono busca fomentar una participación activa de los estudiantes de Derecho desde cualquier año o ciclo de la carrera. Así se demuestra en la composición de nuestro grupo: Abner está cursando el cuarto año de Derecho; Marco, el sexto; y yo, el quinto. Los tres somos de ciclos distintos, pero decidimos unirnos con la finalidad de poder crear un proyecto para dar solución a una problemática.
Desde una perspectiva personal, el Desafío Pro Bono es una buena alternativa para demostrar a los estudiantes que, en primer lugar, podemos solucionar los problemas sociales que identificamos y, en segundo lugar, podemos cuestionar las falencias del sistema jurídico, las mismas que pueden ser subsanadas por nosotros.
Desde una perspectiva grupal, el Desafío Pro Bono ayuda a que el estudiante comience a aplicar capacidades para trabajar en equipo, puesto que nos permite conocer a nuestros compañeros y trabajar en desarrollar las capacidades de cada uno para poder brindar un proyecto con incidencia social.
Finalmente, saludo la iniciativa de la Alianza Pro Bono, en tanto que permite inspirar a los estudiantes y darles la oportunidad de activar más su papel, no solo como estudiantes y futuros abogados sino como personas que forman parte de un país como el Perú, que tiene problemas que deben ser subsanados desde la perspectiva del derecho.
AC: Desde un punto de vista académico, existe una necesidad nacional de acercar nuestras normas a la realidad. En ese sentido, este proyecto contribuye con dicha meta. Por otro lado, desde un punto de vista personal, esta clase de iniciativas incentivan a que las personas desarrollen el trabajar en equipo, optimizando nuestras capacidades.