Traducido por Manuel Ferreyros. Republicado y traducido con permiso de los autores. El artículo original se encuentra aquí: http://www.becker-posner-blog.com/2012/03/traditional-bookstores-and-libraries-are-doomed-by-the-internet-and-so-too-are-many-other-ways-to-distribute-content-to-cons.html

Se reconoce desde al menos hace una década que las librerías y periódicostradicionales están esencialmente condenados por el crecimiento de Internet y la digitalización. También están condenados los sistemas postales, álbumes de música, cines, y la mayor parte de las formas tradicionales de proveer información, entretenimiento y otro contenido a los consumidores. Para tomar el sistema postal de los EEUU como ejemplo, luego de crecer por muchas décadas, solamente en los últimos pocos años el número de envíos de correo de primera clase declinó en 25%.

Incluso los libros, los periódicos y las películas están comenzando a seguir el camino de las librerías y cines. Millones de libros y miles de películas están disponibles en línea u otras formas digitales, donde pueden ser leídas o miradas por números casi ilimitados de consumidores. Leer un libro en forma digital tiene pocas desventajas, como por ejemplo que es mucho más difícil hacer anotaciones a los márgenes, aunque el desarrollo de software está haciendo que hacer notas digitales sea mucho más fácil. Más aún, con la digitalización uno puede tener acceso a muchos libros en un Kindle muy ligero, o en un IPad que pesa poco y además tiene muchos otros usos.

Uno podría lamentarse por el cierre de muchas librerías, oficinas postales y cines locales, y el agudo declive de gigantes en el negocio de los periódicos como el Washington Post, pero las razones para este cambio son a la vez claras e irreversibles. Cualquiera con acceso a Internet, y este acceso está creciendo rápidamente alrededor del mundo, puede realizar una órden de un libro en línea más fácilmente que yendo a una librería. Del mismo modo, actualizaciones constantes sobre el clima, los deportes y las noticias son más disponibles en línea que a través de los periódicos o incluso la televisión.

La preferencia revelada claramente indica que mayorías cada vez mayores de hombres y mujeres prefieren ganar acceso a libros, noticias, música, películas y otra información y entretenimiento en línea, a través de Internet, y en otras formas digitales. Es por esto que están desviándose de los tradicionales libros de tapa dura, salas de cine e incluso DVDs, los cuales son en sí mismos una nueva forma de proveer películas. Las personas mayores que crecieron leyendo libros y periódicos suelen seguir haciéndolo, aunque incluso ellos están cambiando y recurriendo a medios digitales. Sin embargo, las verdaderas tendencias pueden verse en el comportamiento de los jóvenes, como los adolecentes y estudiantes universitarios mencionados por Posner. Ellos casi nunca leen libros físicos o periódicos, ni escuchan música a través de CDs porque cada vez leen obras de ficción y de no ficción, y escuchan música, en Internet o a través de otras formas digitales.

El efecto de la “destrucción creativa” de Schumpeter mencionada por Posner no es preservar productos o servicios tradicionales, sino incrementar el bienestar del consumidor. Los servicios en línea y la digitalización en general ciertamente han sido de mucha ayuda para los consumidores, incluso si la partida de las librerías es lamentada por aquellos de nosotros de edad suficiente como para haber tenido el placer de descubrir grandes obras en algún estante ruginoso (uno de los primeros libros que descubrí de esta forma, siendo aún adolescente, fue el clásico de Henry George “Progreso y pobreza”, argumento a favor de un impuesto único a la tierra).

Pero difícilmente alguien lamentará el declive del sistema postal de los EEUU, que tradicionalmente ha provisto un servicio desganado por empleados sobrepagados, introducido pocas innovaciones en el reparto de correo y frecuentemente fracasado en repartirlo a tiempo. El email es mucho más eficiente que el apropiadamente llamado snail mail[1], lo cual explica por qué la comunicación por email ha crecido tan rápidamente, incluso entre personas de mayor edad.

La piratería y el copiado del contenido digital pagado por otras personas es el problema más significativo que representa la provisión digital de entretenimiento y otros tipos de contenido. La piratería y la copia generalmente reducen la demanda de las obras de escritores, cinematógrafos, cantantes y otros grupos que dependen de las ventas de sus materiales para su sustento. Las industrias musical y cinematográfica, por ejemplo, están en serios problemas en parte porque no son capaces de percibir buena parte de las ganancias de sus propias obras que son pirateadas y copiadas rápidamente. El IPod es una tecnología innovadora que usa ITunes para vender canciones singulares a precio barato, y por ende reduce la copia e incrementa las ganancias percibidas por cantantes y compositores. Quizá otras innovaciones ayudarán a los productores de películas, libros y periódicos, aunque hasta ahora los periódicos en su mayoría han intentado sin éxito percibir ganancias significativas mediante publicidad a través de sus ediciones o artículos virtuales.


[1] Nota del traductor: expresión en inglés que se traduce literalmente como “correo caracol”.