Por: Semanario COMEXPERÚ
COMEXPERÚ es un gremio privado que agrupa a principales empresas vinculadas a Comercio Exterior en el Perú.
Republicado con permiso. El original se puede encontrar en este enlace.
A nadie le debería quedar duda de que el desarrollo económico que ha experimentado el Perú en los últimos años ha hecho posible el afloramiento de un gran número de micro y pequeñas empresas, conocidas comúnmente como Mype. Sin embargo, solo algunos conocen el impacto real y directo de estas en la economía nacional, por lo que en las próximas líneas se tratará de convencer a los más escépticos de su rol clave dentro de los planes de desarrollo sostenible del país.
Crecen, crecen y no dejan de crecer
Según los datos provistos por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), mediante la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del año 2011 en el Perú existen alrededor de 6.2 millones de micro y pequeñas empresas, de las que casi la totalidad tienen menos de 10 trabajadores. Ello representa un incremento del 0.2% con respecto al año anterior, un 4% con relación al 2009 y un 7.6% de acuerdo al 2007. Cabe señalar que, hace cinco años, en el país existían 5.8 millones de establecimientos con estas características.
Ahora bien, en el año 2010 el 72.9% de las MYPE se localizaban en las zonas urbanas, siendo Lima y el Callao las regiones en donde se ubica el 24% de las mismas. Esta proporción se ha mantenido estable durante los últimos cinco años e indica la gran importancia que aún tiene la capital dentro de la economía nacional y la existencia de economías de escala que logran conglomerar a consumidores y proveedores en determinados lugares.
Por otro lado, resalta que solamente el 5% de las MYPE estén registradas como personas jurídicas o por lo menos lleven los libros contables que exige la SUNAT. En ediciones pasadas, ya se ha mencionado que la razón central de optar por la informalidad es la cantidad de exigencias legales que se les solicita (incluyendo el tiempo del proceso) y que incrementan considerablemente sus costos. Este es un punto crítico que las autoridades responsables deben abordar con urgencia sise quiere incentivar la formalización de estos emprendimientos y, eventualmente, aumentar su competitividad y desarrollo.
Más personas, más trabajo
En el Perú, la población económicamente activa (PEA) ocupada (aquella que efectivamente labora) está conformada por 16.24 millones de personas. Es sorprendente que las MYPE abarquen al 77.7% de esta población en 2011 (12.6 millones) y aún más llamativo que dicha proporción se haya mantenido igual durante los últimos años (con un 79.1% en 2007).
En promedio, un pequeño empresario trabaja 38 horas a la semana, dato constante desde hace cinco años y muy cercano al máximo legal de 40 horas del régimen laboral. No obstante, un tercio de estos labora más de 50 horas a la semana (31%) y un 5.7% lo hace durante 80 horas en el mismo lapso de tiempo. Por otro lado, el ingreso promedio de un pequeño trabajador es de S/. 911.2 al mes y de S/. 10,935 al año. Ello indica un crecimiento de 8.8% con respecto al 2010 y de 26.6% en función a 2007. Además, el 5.8% de los trabajadores generan ingresos por más de S/.15,000 y solamente el 1.3%, mayores a S/. 30,000.
En general se aprecia que se está trabajando la misma cantidad de horas en los últimos años, pero se viene ganado más, lo que indica que, pese a lo que algunos alegan, realmente el desarrollo económico está llegando a las poblaciones de menores recursos. Más aún, cabe señalar que, según el Registro Nacional de MYPE (Renamype), los microempresarios generan aproximadamente el 42% de la producción nacional.
Por todo lo antes mencionado, la Mype es un elemento clave para guiar el desarrollo del país, razón por la cual el Estado debe concentrarse en su promoción y otorgarle los medios adecuados para que tengan una mayor competitividad; claro está, sin generar el conocido paternalismo que a la larga provocaría el éxito de estas empresas, pero a costa de crear situaciones injustas en el mercado.