Por: Nicole Roldán
Economista del Estudio Bullard, Falla & Ezcurra Abogados

Recientemente, el Consejo Nacional de Competitividad ha planteado entre sus metas del año 2013[1] el identificar y priorizar Clusters[2], con el fin de desarrollar estrategias para su desarrollo.

Pero, ¿qué son los Clusters?, ¿cómo identificarlos y promoverlos? Actualmente no existe una definición única de Clusters lo que ha generado cierto debate y ambigüedad en torno al concepto[3]. De acuerdo a Porter, Clusters  son “un grupo geográficamente próximo de compañías interconectadas e instituciones asociadas en un campo particular, vinculadas por características comunes y complementarias[4].” La OECD por su parte ha definido al fenómeno de Cluster como “la tendencia de firmas integradas vertical y/o horizontalmente en líneas de negocios relacionadas, a concentrarse geográficamente[5]”.

Independientemente de cuál sea la definición utilizada para Clusters, el elemento esencial que los distingue es que se trata de agrupaciones de empresas que buscan beneficiarse de las ventajas de actuar en conjunto. De acuerdo a la teoría económica, dichas ventajas resultarían de la proximidad y contacto entre las firmas relacionadas lo que las llevaría a disminuir costos de transacción y a lograr acciones coordinadas para mejorar en productividad, innovación y  especialización[6].

Para identificar Clusters se han aplicado diversas metodologías que buscan detectar sectores con amplio potencial de crecimiento a través del desarrollo de redes entre sus diversos actores. Dichas metodologías no están exentas de críticas siendo necesario sopesar sus ventajas y desventajas[7]. En cualquier caso, una metodología de identificación de Clusters al menos debe observar las tendencias del mercado[8], el potencial crecimiento y posibles fallas de mercado[9].

Una vez identificados los Clusters se debe priorizar su desarrollo en base a la importancia relativa del sector en el ámbito local y nacional (empleo, ingresos, contribución al PIB); sus efectos indirectos en otros mercados y la posible competencia interna y externa.

Todo lo anterior parece simple, la teoría  económica es clara en destacar las potenciales ventajas de los Cluster no obstante, es importante reconocer que en la práctica existen ciertas dificultades.

En efecto, es bastante común que las autoridades y quienes diseñan las políticas públicas sean ambiguos y pocos realistas generando expectativas que exceden los recursos y potencial real de los Clusters. Asimismo, cuando las políticas de Cluster se desarrollan sin una estrategia en mente estas están destinadas al fracaso[10].

Por otra parte, también es necesario reconocer que las políticas de Cluster deben adaptarse a las características particulares de la región y el contexto en que estas se aplican. Las políticas de incentivo a Cluster deben ser flexibles y con instrumentos que se adapten a la diversidad de actores. Así por ejemplo, es muy distinto promover un Clusters de computación que uno de textiles.

Otro factor a considerar es que el éxito de los Clusters puede estar determinado no sólo por las políticas de Clusters aplicadas sino que también por las tendencias globales del sector y su regulación. Asimismo, se debe tener presente que los Cluster no deben generarse por la mera intervención del gobierno sino que deben existir argumentos convincentes que lleven a promover el desarrollo de un Clusters en particular[11].

De esta forma, existen importantes riesgos que deben ser considerados al momento de diseñar una política de Clusters efectiva. A dicha política debe agregarse una evaluación sistemática que ayude a identificar los progresos y dificultades de los programas de desarrollo.

En efecto, uno de los problemas más comunes de los Clusters es que quienes diseñan las políticas de incentivo no diseñan instrumentos de evaluación y seguimiento lo que dificulta la medición de su efecto real.

Qué tan efectivos son los instrumentos para el desarrollo de Cluster es aún una pregunta abierta. De acuerdo a Enright[12] “… las políticas parecen tener sólo un moderado impacto en el éxito competitivo de los Clusters”. Asimismo, Van der Linde[13], indica que no existiría correlación entre la competitividad y la antigüedad del Cluster debilitando la hipótesis de que existiría una curva de aprendizaje en el ciclo de desarrollo de los Clusters.

En definitiva, la política de incentivo y desarrollo de Cluster no es una panacea. Si bien la teoría económica respalda las ventajas del desarrollo de Clusters en la práctica existen diversos factores que deben ser tomados en cuenta para lograr una política exitosa. Lo principal es que las autoridades no basen sus políticas en conceptos ambiguos y expectativas exageradas. Los programas de desarrollo de Clusters sólo serán efectivos si vienen acompañados por un análisis económico completo y un sistema de evaluación continúo que ayude a identificar problemas y generar soluciones eficaces.


[1] MEF, “Agenda de Competitividad 2012-2013”, febrero 2012.

[2] Meta 12, Estrategia: “identificar y priorizar a partir de una metodología adecuada que permita ponderar y priorizar los clusters de mayor potencial competitivo a fin de definir estrategias para impulsarlos”

[3] OECD, “Cluster Policies”, 2010.

[4] PORTER, Michael E. “La Ventaja Competitiva de las Naciones”

[5] OECD, “What are clusters”, CEI Workshop on Clusters, 2004

[6] De esta forma, las firmas que pertenecen a un Cluster podrían aprovechar economías de escala, atraer un mayor número de clientes, invertir en tecnología e investigación y especializarse a través de un aprendizaje conjunto.

[7] Universidad de Barcelona, “Definición de la Metodología de Detección e Identificación de Clusters Industriales en España”.

[8] Cámara de Comercio de Medellín, Comunidad Clusters Colombia, “Identificación Iniciativas Cluster”.

http://www.redclustercolombia.com/anexos/documentos/m1_identificacion_iniciativas_cluster.pdf

[9] OECD, “What are clusters”, CEI Workshop on Clusters, 2004.

[10] OECD, “Cluster Policies”, 2010.

[11] OECD, “What are clusters”, CEI Workshop on Clusters, 2004

[12] Enright, M. J “The Globalization of ompetition and the Localization of Competition: Policies Toward Regional Clustering” in N.Hood and S. Young (eds), “The Globalization of Multinational Enterprise Activity and Economic Development”, 2000.

[13] Van der Linde, C. “The Demography of Clusters-Findings from the Cluster Meta-Study”, 2003.