Por Sheyla More estudiante de la Facultad de Derecho de la PUCP y miembro de Khuska, la comisión de Desarrollo Social de THĒMIS.

La Ensenada es un lugar ubicado en la ruta hacia Puente Piedra en la intersección entre los distritos de San Martín de Porres, Los Olivos y Puente Piedra. En este lugar se encuentran más de 40 asentamientos Humanos y Asociaciones de Propietarios de aproximadamente 40,000 habitantes[1]. Con una población predominante joven y de origen migrante, su creación data de 1985. Gran parte de la historia y el desarrollo de La Ensenada se debe al trabajo que hicieron allí unas  promotoras de salud francesas y peruanas desde 1994, cuando decidieron abrir una farmacia popular y lanzar una campaña contra la tuberculosis. Es así que se funda la Asociación Mano a Mano. Dicha asociación ha venido apoyando a la comunidad en proyectos que ayudaron a su crecimiento, tales como la creación de bibliotecas, ludotecas, un centro de salud y proyectos de infraestructura donde participan todos los vecinos[2].

Hoy en día, las principales actividades de la zona son negocios independientes personales; así como fábricas de pelado de papas, elaboración de adornos de cerámicas, elaboración de prendas de vestir, etc. Los vecinos han contribuido en la gestión de desarrollo de la zona desde su fundación, tal es así que para el 2017 ya cuenta con electricidad, agua potable y algunas pistas. Sin embargo, aún queda mucho por mejorar en temas de salud, problemas sociales y sobre todo educación. En una visita que realizó Khuska, en aras de contribuir a las iniciativas de desarrollo que los mismos vecinos realizan, se llevó a cabo un taller sobre la importancia de la educación superior dirigido a estudiantes de quinto de secundaria. Es ahí que pudimos ver la cantidad de tiendas y negocios pequeños y decidimos realizar un taller de formalización de empresas en el marco de nuestro eje de educación legal. Para ello recurrimos a la búsqueda de aliados en esta iniciativa y encontramos en Mano a Mano la disposición que la caracteriza y al Estudio Rodrigo Elías & Medrano, que, desde su área ProBono, nos apoyó con el dictado del taller.

Entre las principales preguntas que la población tenía, y que conocimos a raíz de las visitas que realizamos previamente para la convocatoria al taller, se encontraban temas de derecho societario, tributario y administrativo. Por lo que pensamos en la necesidad de llevar a cabo esta asesoría de la mano de especialistas en el tema que les brinden la información requerida. En la comunidad se resaltaba la importancia del manejo de temas legales para formalizar sus negocios y, por ello, el objetivo del taller era capacitar a los vecinos para que conozcan los aspectos principales y necesarios para llevar un negocio pequeño conforme a ley, así como la importancia y beneficio de hacerlo, lo que se logró exitosamente.

La llegada de personas con interés de adquirir conocimientos legales sobre la creación o mantenimiento de su negocio fue la mejor motivación de los ponentes (Daniela Chang, Otto Acosta y Favio Montenegro). La entrega de materiales como formularios, cuadros, power points, entre otros, durante la charla, hizo más didáctico la enseñanza de los temas. De esta manera, las horas pasaron entre explicaciones y preguntas como una suerte de conversación muy cercana entre vecinos y abogados. Ellos participaban activamente y la relación de la teoría con sus propias experiencias enriquecieron el taller. Casos como hacer un salón de spa, tener un negocio que vende cervezas, conseguir un permiso para ser ambulante, querer iniciar un negocio de productos o saber qué hacer para que no nos pongan trabas al iniciar una cevichería; nos hicieron reflexionar sobre la utilidad de tener la información disponible para poder cambiar la realidad y mejorarla.

Al finalizar la charla, los abogados facilitaron un manual que resumía algunos de los puntos tocados y, mientras compartíamos algunos bocaditos, se inició un diálogo sobre la importancia de la formalización y las consecuencias de la informalidad. A partir de ello, los vecinos nos manifestaron abiertamente que usualmente calificaban a los abogados como gente corrupta, interesada por el dinero y en muchos otros casos estafadores. Sin embargo, ese estereotipo se rompía ese día con la dinámica del taller, los temas brindados, el interés por darlos a conocer y el compromiso de los estudiantes por difundir la cultura jurídica. La población estaba satisfecha.

Del taller nos queda el aprendizaje y reflexión sobre los casos reales de personas con una voluntad infinita de progresar sin contar con los recursos necesarios, pero con ambición de conocimiento. Nos queda también, la sensación de haber hecho un buen trabajo, lo que nos estimula a seguir con nuestra misión y visión como comisión de Desarrollo. Estamos convencidos que aportes como estos son pequeños pero valiosos para que las personas en su totalidad, sin distinción alguna, crezcan integralmente. Y finalmente como una de las personas que asistió al taller refirió: “De verdad estamos agradecidos, porque esto es desarrollo”.


[1] INEI. Censo 2015. Lima: INEI.

[2] ASOCIACIÓN MANO A MANO ORG. (2017) Historia. Consulta: 30 de enero del 2017 <http://www.manoamanoperou.org/es/historia.html>