Por: Dario Rodríguez Uriol, estudiante de Derecho en la PUCP y miembro de Enfoque Derecho.
Una de las propuestas más llamativas de la gestión del actual Ministro de Cultura, Salvador del Solar, es la creación de una Ley de Cine. Finalmente, a inicios del mes de septiembre anunció que el proyecto ya había sido aprobado por la Presidencia del Consejo de Ministros y por tanto estaba lista para ser debatida en el Pleno del Congreso, y, eventualmente, aprobada y promulgada para formar parte de la legislación nacional. Según Del Solar, esta iniciativa demuestra el apoyo decidido del Gobierno al cine y a diversas industrias culturales.
El presente artículo no pretende ser un artículo de opinión al respecto, sino solo una breve descripción de los hechos, del proyecto en sí y de la experiencia que se tuvo en el país vecino de Colombia.
El proyecto:
¿Qué se plantea en este proyecto? Son tres los puntos más relevantes. En primer lugar, el proyecto plantea nada menos que triplicar el presupuesto que se le asigna al apoyo a la producción cinematográfica nacional. Este presupuesto actualmente es de 2000 UITs y pretende ser elevado a 6000.
En segundo lugar, el proyecto propone la creación de un Fondo para el Fomento de la Cinematografía y el Audiovisual Peruano, en el cual se almacene el aporte de diversos actores involucrados en el mercado del cine. Con la creación de este fondo, se busca financiar con ayudas económicas no reembolsables actividades y proyectos cinematográficos y audiovisuales en el Perú. Así lo establece el artículo 1 del Título I de la Ley de la Cinematografía y Audiovisual, presentada a inicios de este año.
Por último, según el Ministro Salvador del Solar, la regulación de la actual Ley 26370, Ley de la Cinematografía Peruana, es insuficiente en tanto se refiere exclusivamente a la producción cinematográfica, dejando de lado todos los demás productos culturales hechos de forma audiovisual. Este es un error que trata de corregir el nuevo proyecto. En palabras del Ministro de Cultura: “[No] solo estamos apoyando el cine, ya han pasado 23 años de la ley vigente, de una ley que hablaba de largometrajes y cortometrajes y ahora está todo lo que denominamos el audiovisual distinto del cine”.
Finalmente, se espera que este proyecto también contribuya al desarrollo económico y cultural del país. De un estudio realizado por la Universidad del Pacífico, se afirmó que gracias a la implementación de este nuevo régimen se crearían 1,500 puestos de trabajos, y se daría un aumento de 100 millones de soles sobre la producción nacional y de 50 millones al ingreso nacional.
Experiencia Colombiana:
La historia Colombiana en cuanto al apoyo a la producción cinematográfica es una historia de éxito. En el año 2003, se pormulgó la Ley 814, denominada coloquialmente como Ley de Cine. Esta norma ha provisto al cine colombiano de un apoyo que anteriormente no se daba, lo cual ha generado el aumento de la producción cinematográfica en el país. Según Claudia Triana, directora de Promoción Cinematográfica Colombia (en adelante Proimágenes), este avance se dio debido a que el Gobierno Nacional colombiano comenzó un trabajo sostenido y permanente de promoción de la actividad cinematográfica, facilidades para el financiamiento de películas nacionales y reglamentación de lo que hasta el momento se venía haciendo en materia cinematográfica en el país.
La norma colombiana introdujo modelos muy similares a los que se quiere introducir en nuestro país. En dicho país, los actores involucrados en el mercado cinematográfico aportan con porcentajes del total de sus ganancias. Así por ejemplo, se obliga a los exhibidores (cines) a aportar con el 8.5% de la recaudación en entradas en taquilla, a los productores con el 5%, así mismo como a quienes distribuyen las películas de forma legal. Todo el dinero recaudado se va al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (en adelante FDC), el cual es administrado por Proimágienes.
¿Cuáles han sido los resultados? En casi 15 años de vigencia, el sector cinematográfico ha logrado recaudar aproximadamente $137.000 millones, dinero que es usado en un 70% para el financiamiento y la promoción de la producción fílmica nacional. Para el año 2015, según fuentes colombianas, el FDC tiene planeó entregar “$14.000 millones en estímulos”, divididos en diferentes categorías, los cuales son entregados a través de convocatorias públicas de proyectos audiovisuales. Todo este impulso ha generado que, para el año 2015, se programó el estreno de 31 películas colombianas financiadas nada menos que con dinero del Estado. Finalmente, el año 2014 la actividad cinematográfica generó ingresos económicos de hasta “$246.528 millones.
A modo de conclusión:
Si queremos ser un país con un crecimiento integro, debemos apostar por el desarrollo de diversos ámbitos como deporte, ciencia, y naturalmente, cultura. Una de las principales características de nuestro país es la pluriculturalidad, y cultivarla y promoverla debe ser tarea del Estado y también de los ciudadanos. Definitivamente, el cine es un arte que aporta mucho a la cultura nacional y hace que esta sea conocida al mundo entero, con lo cual contribuye con el desarrollo del país. A su vez, también aporta a la economía en el sentido en que genera riqueza, atrae inversión y crea puestos de trabajo.
Propuestas como esta hacen esperanzador el futuro de la producción cinematográfica en nuestro país, pues no solo cuentan con un aceptable sustento técnico, sino que también ha tenido resultados muy deseados en experiencias internacionales cercanas.