Por: Ian Forsyth, miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho
Entrevista a Carmen Masías, jefa de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), cuenta con estudios de Doctorado en Psicología en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Además, es reconocida por su trabajo en el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO).
IF: En los últimos años se ha promovido en distintos países, como Uruguay y los Estados Unidos, la legalización de la marihuana como una solución económica ante la difícil situación que supone controlar este mercado. Muchos dicen, incluso, que la guerra contra las drogas no ha logrado reducir ni el flujo ni el consumo de los estupefacientes. ¿Qué opinión le merece el tema dentro de una coyuntura como la peruana?
CM: Bueno, la estrategia nacional de drogas del período 2012 al 2016, que ha sido aprobada por nuestro Directorio y consultada a nivel técnico con los sectores, es una que no está a favor de la legalización por muchas razones. Yo estoy totalmente de acuerdo con que no se legalicen las drogas, por lo menos en el Perú. Con eso no quiero decir que el debate no pueda abrirse. De hecho, acabamos de tener varios debates, incluso en tiempo real, con representantes de Uruguay, Argentina y México que conocen muchísimo sobre drogas en sus países y que tampoco están de acuerdo. Esto no quiere decir que no siento un enorme respeto por el presidente Mujica. Él merece mucho respeto en el sentido que es un hombre muy consecuente con sus ideas. Pero yo creo que cada país es diverso y distinto ; y el Perú tiene una condición muy diferente a la de Uruguay. En Uruguay, son 3 millones de habitantes. Hay una población de base vieja, es la única en Latinoamérica que tiene una base poblacional de mayores. Acá, nosotros tenemos una base poblacional de 30 millones que todavía es muy joven. Uruguay no produce drogas. Nosotros producimos materia prima y elaboramos drogas. Incluso, somos el primer país exportador de cocaína en el mundo y tenemos una corrupción bastante infiltrada.
Entonces, la pregunta que siempre yo me he hecho es: ¿por qué los señores que hoy día propugnan la legalización, como es, por ejemplo, el ex presidente Cardoso de Brasil o también el de Colombia, cuando estuvieron en sus puestos, no legalizaron? Además, cuando dicen que “la guerra no ha funcionado”, debemos recordar que ya no se utiliza el término “guerra”. Este se utilizó en la época de Reagan y hoy día, se habla de un proceso y una responsabilidad más compartida. Ya no se habla tanto de países productores y países consumidores, más bien se habla de que todos tenemos una responsabilidad global. Ahora, cuando nosotros en el Perú decimos que sería muy osado pensar en legalizar las drogas, es porque nos basamos en la información que te acabo de brindar: una población juvenil de 30 millones, corrupción, sistemas de salud precarios, etc.
Nos basamos en ese diagnóstico y también en evidencias empíricas de otros lugares. Entonces, por ejemplo, Alaska, un estado norteamericano, legalizó el consumo de Marihuana en 1978. Fue un fracaso. ¿Por qué? Pues los adolescentes tuvieron un incremento de actos en los que infringían la ley. Ellos tuvieron que hacer un referéndum en 1996, luego de aproximadamente 20 años, porque habían tenido serios problemas luego de legalizar la marihuana. Holanda es otro país que liberalizó el consumo a través de los “coffee shops”. Ellos no tuvieron incremento en homicidios, pero sí han disminuido el 50% de los coffee shops donde se vende marihuana. ¿Por qué? Porque alrededor de los coffee shops se ha producido un mercado negro y porque la droga que es controlada tiene una pureza y calidad mayor. Por lo tanto, tiene un precio mucho mayor, de 8 a 10 veces más. En cambio, la droga que se vende en la calle es más barata. Entonces, alrededor de los coffee shops se produjo un mercado negro y una baja de precio donde accedía la gente con menos recursos. Y, también hubo un incremento de reyertas, pleitos callejeros y disparos (por un 67%) en las calles alrededor de los coffee shops. Independientemente de eso, también hubo un incremento en la prostitución clandestina que obedece mucho al turismo de drogas que venía a Holanda porque ahí se podía consumir.
IF: Yo estuve en Holanda hace poco y me quede sorprendido de lo liberal que puede llegar a ser esa sociedad. Es un mundo totalmente distinto.
CM: Pero fíjate, lo que yo a veces trato de decir es que países que tienen una liberalidad muy grande en droga y en alcohol, tienen fortaleza en la educación y leyes muy concretas que se cumplen. Por ejemplo, yo he estado en Finlandia y lo que allí me llamó la atención es que, junto a Rusia, es el país más consumidor de alcohol. Sin embargo, tienen poquítisimos accidentes automovilísticos relacionados a la ingesta del mismo. A casi nadie se le ocurre manejar un carro habiendo tomado. ¿Por qué? Porque tienen el mejor sistema de educación del mundo.
IF: Entonces, en la medida en que el Perú no tiene aquellas bases, todavía no podemos pensar que es factible una legalización de ese tipo de drogas.
CM: La otra cosa es que, cuando yo llegué a esta gestión, hicimos un diagnóstico en el que nos dimos cuenta que hay 700 camas para atender a dependientes. Y en el Perú, tenemos alrededor de 100 mil dependientes de drogas como la cocaína o la marihuana, sin contar con los dependientes de alcohol. Entonces, mediante esta gestión, buscamos abrir espacios en las 24 regiones del país para poder atender, aunque sea por el momento, ambulatoriamente, a dependientes, que no pierden sus derechos. Son personas que requieren intervención, que requieren salud y que hay que tratarlos como tal, lo dice la Organización Mundial de la Salud.
IF: Tengo entendido que las conferencias que propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no son vinculantes, sino más bien se utilizan para orientar las políticas del país. Dado que el 21 de marzo se llevo acabo la última sesión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, ¿qué rol a tenido el Perú en ella? Y, ¿qué influencia puede tener dentro de las políticas del país?
Yo creo que el Perú de todas maneras está en el foco por bien y por mal. Por mal, porque somos el primer país productor de hoja de coca (con un total de 60 400 hectáreas), a pesar de que hemos reducido en 3.4% el territorio cocalero, porque está asociado el narcotráfico y a otras aristas del crimen organizado y porque tiene hoy día, con todas las carencias que podemos tener, una política bastante clara y firme en contra de las drogas. Es la primera vez que se tiene en este gobierno -énfasis: yo no soy de ningún partido -, una estrategia con indicadores muy claros, con metas y con evaluación. Entonces, cuando el Perú va a estos foros, está realmente con los reflectores puestos encima. Y sí, creo que tenemos peso en las cuestiones mundiales. Nosotros, por ejemplo, empezamos esta gestión con una conferencia de Zares y Cancilleres que estaban relacionados con la prevención de las drogas en varias partes del mundo como Asia y las Américas.
Ahora, hay una facilidad de trabajar más con unos países que con otros. Y yo creo que la facilidad se da en la medida en que los países sinceran sus situaciones. Yo, por ejemplo, cuando voy a las convenciones, y el año pasado estuve en la Convención de Viena, no comienzo diciendo que todo es color de rosas y que es una maravilla, sino que tenemos tantas hectáreas de hojas de coca, tal producción potencial de cocaína, etc. Sin embargo, hay voces dentro de la Asamblea que, obviamente, están a favor de la legalización.
IF: Dentro de las conferencias que emprende la ONU, cada país pone en evidencia su política con respecto al tema de debate. Como es evidente, la posición de una nación influye en las relaciones que esta pueda tener con demás Estados. ¿Qué tipo de relaciones tiene el Perú a nivel internacional con respecto a la legalización de las drogas?
Primero hay que partir, por lo menos en el caso de DEVIDA, que es el ente rector, del respeto a las opciones. A pesar de que los países han firmado las convenciones, hay el enorme respeto ante las decisiones de cada país; ellos se encargarán de justificarlas. Por ejemplo, Mujica ha planteado que la legalización es un experimento que, si no resulta bien, dará marcha atrás. Desde el punto de vista de la Psicología, eso me suena peligroso, porque la adolescencia es la peor época, solo comparable a los primeros años de edad, para abusar del alcohol y la marihuana. Pero, en fin, el mayor de los respetos.
Cuando nosotros hablamos de responsabilidad compartida, sobre todo en las Américas, estamos hablando sobre todo de que a DEVIDA le importa tanto los jóvenes de EE.UU, como los de China, Chile, Brasil, etc. Es decir, la humanidad es una. No es que yo diga que acá no consuman y que la droga se vaya para otro lado. Por ejemplo, la prevalencia de marihuana que nosotros hemos identificado según estudios epidemiológicos es alrededor de 1.6% en escolares. ¿Cuánto crees que es en Canadá? 27%. Es decir, 27% de los escolares consumen marihuana. En el Perú la tasa es bien baja, pero aún así, en el universo total de drogas ilegales en el Perú es de 2.4%. En Brasil, es de 8%. En Canadá, es de 5%. En Estados Unidos, es alrededor del 9%. Entonces, nosotros no tenemos la cantidad de consumo que tienen otros países de las Américas. Pero creo que la posición del Perú es una de compartir las experiencias e intercambiar lecciones aprendidas que puedan servirnos.
IF: Incluso, dado que el Perú es uno de los productores principales de droga en el mundo, deben haber países que están fuertemente a favor de las políticas actuales.
CM: El 60% de la droga decomisada en el Perú va a Europa. Estados Unidos ha bajado su consumo de cocaína un 40%. Entonces la dinámica del narcotráfico se mueve muy rápido y se mueve de manera diferente que hace 10, 5 o 2 años. Brasil se ha convertido en el segundo país que más consume cocaína del mundo. El primer lugar sigue siendo Estados Unidos, pero la tasa de consumo de este ha bajado y ha entrado más a “opiáceos” (medicinas que los jóvenes muchas veces roban de los padres). Entonces, varía mucho. Pero nosotros tenemos una cierta estabilización en el consumo si nos comparamos con otros países de la región. Chile ha aumentado su consumo por el incremento en el poder adquisitivo, Argentina también. Entonces, la política nuestra no es promover la legalización.
Te puedo explicar también el caso de Estados Unidos. Ellos han legalizado la marihuana en Colorado y en Washington. Colorado ya en este momento tiene una investigación de la Policía Federal, porque se está produciendo en Colorado un mercado negro que vende dos veces más que el mercado regular y que además le vende a otros Estados en los que la venta de la marihuana no está regulada. Una cosa que también es bien interesante y que la gente no comenta, pues el otro día estuve haciendo un sondeo, es que muchas personas en Colorado están construyendo invernaderos para cultivar marihuana. Hay una lista enorme de gente que quiere entrar en el negocio, pero los que ya están en el negocio gastan en promedio 25 000 dólares en electricidad. ¿Tú te imaginas lo que esto significa como atentado contra el medio ambiente dentro de unos años? Solamente ahora, que recién están empezando, ya están pagando 25 000 dólares mensuales cada uno en promedio. Hoy día, para que la marihuana sea más potente, pues es 40 veces más potente que en los 60, tienes que darle un trato más especial. La gente, esas cosas, no las conoce.
Pero, para mí, los argumentos del Perú son los argumentos que nacen a partir de nuestras investigaciones. Por ejemplo, en las investigaciones que hemos realizado en escolares que no consumen drogas, les preguntamos: “¿si legalizan la marihuana, tú irías a comprarla?” El 27% contesta que sí. Entonces, si yo hoy día tengo 700 camas, porque hay un atraso espantoso en la infraestructura de salud del país y no tienes como atender a consumidores, abres esta caja de pandora y empieza la gente a tener depresiones y una serie de cosas que produce la marihuana. ¿Cómo los atiendes?
Hay, además, elementos médicos que te dicen que la marihuana es dañina. Esta tiene 14 alcaloides sumamente cancerígenos. Ahora, si tu me preguntas qué es lo que más mata hoy en día en el mundo, la respuesta es el alcohol y el tabaco, 5 millones de personas mueren por consumo de alcohol o tabaco, pero un consumo indebido de alcohol, no estoy hablando del consumo controlado. ¿Cuántas personas mueren de sobredosis de drogas ilegales? 200 mil, pero si no podemos con el alcohol, que lo tenemos miles de años, nuestra política debe mantenerse a favor de no legalizar. Con respecto al tabaco hemos tenido éxito, porque en el Perú se ha reducido mucho el consumo gracias a campañas, leyes más restrictivas, etc. Imagínate pues, uno está batallando contra el tabaco y vas a meter la marihuana que es más cancerígena que el tabaco. Incluso, el Perú es el segundo país con tuberculosis drogo resistente del mundo. Nosotros estamos trabajando un programa en Cerro del Pino con pastores que son tuberculosos. A estas personas les llevas la medicina y la venden o la vomitan. Y la pasta tiene relación con la tuberculosis, porque si no fueran pastomanos, posiblemente ya estuvieran curados.
IF: Con respecto a todos los proyectos que tienen en marcha, en varias ocasiones los medios han mencionado sobre el capital y equipo que ustedes han proporcionado a programas dentro del VRAEM para poder combatir el consumo y la producción de drogas. Cuando hemos realizado entrevistas sobre seguridad ciudadana, por ejemplo, nos han comentado que no basta solo con incrementar la cantidad de policías y la severidad de las penas, sino que se trata de una estrategia más integral. En base a todo ello, ¿qué propone de DEVIDA?
CM: Tu pregunta es muy valiosa, porque yo comparto la visión que siento implícita en lo que tú estás diciendo. La seguridad ciudadana no es solamente cámaras, patrulleros y más policías. Es justamente trabajar con los jóvenes y combatir la vulnerabilidad. Yo hice una investigación sobre chicos del Rímac que dio resultados importantes. No era un invento mío, sino de Goldstein, un gran psicólogo del Bronx al que le pedimos permiso para adaptar su metodología. Esta tenía tres componentes: control de la ira, el desarrollo de habilidades sociales comunicacionales y el discernimiento moral. Lo hicimos entre los estudiantes de 14 a 17 años en un colegio, como te digo, del Rímac. Intervenimos 9 meses. Fue algo muy bien diseñado, con pre test y post test, cuasi experimental. En lo que era control del ira, tuvimos éxito. En lo que era habilidades comunicacionales, también. En lo que fuimos un fracaso fue en discernimiento moral. Es decir, los chicos de 14 a 17 años tenían el discernimiento de un chico de 5 años. Claro, venían de familias no funcionales y que micro comercializaban droga. La investigación nos dijo que había que poner muchísima más énfasis en el entrenamiento de discernimiento moral y a muy temprana edad.
Pero en este momento estamos tratando de implementar con el Ministerio de Salud, el Ministerio Público y el Poder Judicial una metodología que se llama “tribunales de drogas”. ¿En qué consiste? Consiste en separar a jóvenes que han delinquido por cuestiones primarias, no delitos graves, pero que consumen drogas, en tratamientos terapéuticos y no cárceles o centros como Maranguita, donde salen peor de lo que entraron. Es decir, los rehabilita. Esa metodología, que recién se está implementando en el Perú, se ha probado en Panamá, Chile, Estados Unidos, y ha dado muy buenos resultados.
Lo otro es lo que estamos haciendo con reos primarios en 14 cárceles cuando han entrado consumiendo drogas. La droga tiene una relación evidente con la seguridad ciudadana y con los actos, primero con los delitos menores, y después con el crimen organizado. Entonces, yo creo que las mesas de seguridad ciudadana tienen que ver esto de manera muy integral. Yo felicito, por ejemplo, al Presidente Humala por introducir la Beca 18 en Huallaga, que otorga 300 becas a estudiantes de la zona. ¿Por qué? Porque son oportunidades. En zonas como el Monzón, a las que no se entraba 30 años atrás, no solamente hay que pensar en la sustitución de cultivos de coca, sino hay que pensar también en los jóvenes. Hoy estamos haciendo alianzas con empresas, como GPO, de Brasil, y Sensico, la rama del Ministerio de Vivienda, para que entrenen a jóvenes en plomería y construcción y empiecen a participar en edificaciones que hacen en Tingo María. El problema de la seguridad ciudadana, al igual que el del consumo de drogas, no es solamente de varazos y balazos. Es una cuestión que se tiene que trabajar desde los niños y los adolescentes.