Por: Mirko Kollmann mkollmann@ipe.org.pe
Republicado con permiso. El artículo original se encuentra aquí
En los últimos años, hemos evidenciado como diversos sectores de la sociedad critican al modelo de globalización liberal, que impera en la mayor parte del mundo desde hace varias décadas. Esta crítica se basa en que este modelo de “globalización salvaje neoliberal”, como ellos lo llaman, ha traído más pobreza y desigualdad en aquellos países donde se aplica. Sin embargo, para poder llegar a esa tan fuerte conclusión, es necesario ver los números al respecto. Sala-i-Martin construye una distribución mundial de la renta, las cuales están ajustadas por paridad de poder de compra e inflación. En dichas distribuciones se observa la cantidad de personas que viven con un dólar al día en diferentes países (umbral de pobreza fijado por la ONU).
Un primer tema que se menciona en la investigación es el comportamiento de varios países en lo que refiere a reducción de la pobreza. Se evidencia que algunos países, como China, tienen una notable mejora entre los años de análisis (1970-2000), período en el cual prácticamente se eliminó la pobreza. Este comportamiento se da en todas aquellas economías que se abrieron a la globalización. En dicho período la cantidad de pobres (medido en términos absolutos, así como también en porcentaje de la población) se ha reducido en todos los países globalizados.
Contrariamente a los que muchos opositores afirman, la cantidad de pobres empezó a reducirse cuando los países se abrieron al mundo.
Otro tema que toca Sala-i-Martin en su paper, es la desigualdad económica. Él indica que tomando cualquier índice de medición (coeficiente de Gini, coeficiente de Atkinson, índice de Theil), se demuestra que la desigualdad se ha reducido en los 30 años del período de análisis. Si se toman las mediciones en períodos de tiempo largos (20 años o más), se observan reducciones significativas de la desigualdad; aunque encontramos fluctuaciones en el corto plazo, siempre se evidencia una tendencia a la baja en dichos indicadores.
Incluso es más claro analizar variables no monetarias y su comportamiento entre los años de análisis a nivel global: la esperanza de vida promedio aumento de 60 a 66 años, la mortandad infantil se redujo a la mitad (de 10% a 5%), el porcentaje de analfabetos cayó en 20 puntos porcentuales, el acceso a agua potable aumento de 25% a 85%, entre otros logros.
Sala-i-Martin completa su análisis haciendo una comparación entre los países globalizados y aquellos que optaron por la autarquía (cerrarse al mundo). Mientras que en los primeros, se logró sacar a 500 millones de pobres de su condición, en los segundos el número de pobres aumento en 80 millones. Un ejemplo sumamente explicativo es el éxito de Asia (China, Malasia, Singapur, etc.) en contraparte con el fracaso constante de los países africanos.
Sala-i-Martin identifica que la globalización es el libre movimiento de 5 variables: capital, trabajo, mercancías, tecnología e información. El desarrollo de estas variables, lleva a lograr los éxitos antes mencionados.
En base a este documento de Sala-i-Martin, es posible analizar el camino que ha seguido el Perú desde 1990, cuando se abrió al mercado internacional. En cuanto a balanza de pagos, se han registrado niveles históricos en flujos de inversión extrajera y nacional (publica y privada); la inversión extranjera directa alcanzó la cifra de 12,240 millones de dólares en el 2012, cifra 11 veces mayor al flujo del año 2001. Se ha evidenciado que el Perú aumentó su productividad de factores en promedio 2.6% anualmente en la última década, mientras dicho indicador era apenas 1% durante el siglo pasado. En lo que respecta al comercio internacional, las exportaciones han aumentado más de 10% cada año (1970-2012). La tecnología e información están al alcance de la mayoría de peruanos gracias a nuestra interconexión con el resto del mundo.
En términos de reducción de la pobreza y la desigualdad. En el período 2001-2011, la pobreza se redujo en más de 30 puntos porcentuales (la última cifra del año 2011 coloca la pobreza en 27,8%), mientras que si se analizan décadas pasadas (momentos en los cuales el Perú estaba dentro del grupo de los países anti-globalización), la pobreza se mantuvo casi sin variación alrededor del 60%. En lo que se refiere a desigualdad, cada vez el quintil más pobre de la población (aquel que contiene al 20% de la población con menores ingresos) tiene una participación mayor en la distribución de la renta y entre los años 2004 y 2011, los ingresos de este quintil se duplicaron.