Por Nadia Ibarra Serván, estudiante de Derecho en la PUCP y productora del área de teatro de la  Comisión Arte y Derecho PUCP

   “Y mientras tanto, te contaré sobre mí. Si eliges contratarme trabajaré sin cansancio por ti”         

                                                          -Nora

Los personajes principales Nicole y Charlie, interpretados por Scarlett Johansson y Adam Driver respectivamente, son una pareja que tras varios años juntos atraviesa una crisis matrimonial. Esta termina en un doloroso y traumático proceso de divorcio y una pelea por la tenencia de su hijo Henry. Es en este contexto que Nicole conoce a Nora, una prestigiosa abogada que tiene la fama de siempre conseguir la mejor parte a sus representadas y que su éxito se basa en estar dispuesta a todo para defenderlas. Nora es el ejemplo de lo que se conoce como la ética de una abogada adversarial.

Como Anzola Rodriguez señala, para que este tipo de ética funcione se necesita “que cada abogado defienda celosamente los intereses de sus clientes sin prestar atención alguna a los intereses de la contraparte o de terceros[1]” y la introducción de Nora nos demuestra que está enfocada en el objetivo de sacar el mayor beneficio del caso. Pero la pregunta es: ¿Realmente defenderá los intereses de Nicole?, como veremos a lo largo de la película, la abogada no solo buscará cambiar la perspectiva de Nicole sobre su intención al iniciar el proceso de divorcio, sino que también la manipula para que involucre en el caso el sentir personal que mantiene sobre la dinámica de su matrimonio y la relación con su expareja; además, se involucra personalmente y llega poner sus intereses por sobre los de su clienta.

Los diálogos de la película nos dejan saber que antes de buscar un abogado Nicole no tenía intención de perjudicar a Charlie, esto se demuestra en varias oportunidades, como cuando le comenta a su amiga que ambos no querían separarse por medio de abogados, o cuando le deja en claro a Nora que no lo considera alguien “malo”, que no quería “dinero ni nada” o que “no quiere ser muy agresiva”. Es la abogada la que le hace cambiar de opinión y para ello la envuelve en una atmósfera de confianza y falsa empatía, así la empieza a manipular para que le confiese por qué tomó la decisión sobre su divorcio, forjando así una relación que le permitirá influenciar a su clienta sobre lo que busca en el proceso.

Nora se aprovecha de ello para acentuar la frustración de Nicole por haber vivido un matrimonio en el que fue eclipsada por su pareja, porque solo vivía bajo sus decisiones y encasillada en su rol de esposa y madre, y lo usa para enfocar el caso a una rivalidad y especie de venganza entre la pareja, dejando de lado el objetivo original de Nicole, iniciar un proceso que le permita separarse y arreglar la situación actual sobre la custodia de su hijo conservando una buena relación con Charlie.

La ética profesional y la ética personal, diferentes maneras de ver las cosas

Es importante analizar cuáles son los valores que la profesión persigue y si estos pueden entrar en conflicto con nuestro concepto personal de ética y moral, además de las dinámicas en la relación cliente-abogado. Existe una larga discusión sobre la toma de decisiones morales a las que se enfrenta un abogado y los valores como el razonamiento de lo que es correcto o incorrecto; sin embargo también se contemplan parámetros o limitaciones en el accionar profesional. Primero, es importante diferenciar la ética personal de la ética del abogado, la última no involucra únicamente la deliberación personal, sino también un conjunto de reglas y valores que revisten la profesión, estos no son de carácter universal; sin embargo, son importantes para la abogacía y para quienes la ejercen [2][2], por lo tanto el respeto de estas pueden ser relevantes para el derecho, pero no compatibles con la ética y moral común de la sociedad.

Segundo, la ética profesional se ve regida por los códigos de ética, en el caso de la profesión legal, el código de ética del abogado. Esta norma debe complementar el deber de lealtad que el abogado está obligado a mantener hacia su representado y establece los fines que persigue la relación entre ambos. Así, estas disposiciones son autoridad para los abogados y le dan control al cliente sobre los propósitos de la representación, además, fijan los objetivos con los que los abogados deben ser leales. En este caso, Nora tiene un deber de lealtad hacia Nicole, por lo que debió seguir sus instrucciones y no solo sus intereses, eso significa respetar las creencias detrás de los fines que su representada buscaba perseguir [3].

La ética profesional de Nora, una abogada adversarial

A continuación analizaremos qué principios de ética profesional del abogado ha transgredido Nora, a través de ejemplos de su accionar en la defensa de Nicole.

La labor de esta abogada lesiona los principios de parcialidad y neutralidad. Al ignorar el principio de parcialidad “el abogado empleará medios para su cliente que no consideraría apropiados en un contexto distinto al profesional aún cuando se tratara de sus propios fines y no los de su cliente. Estos medios pueden implicar engaños, ofuscación de los hechos, dilatar el tiempo del proceso” [4]. En esta situación, Nora trata de contar la versión que deje en una mejor posición legal a Nicole, pero adicionalmente utiliza estrategias para obstruir el correcto funcionamiento del proceso, instrumentalizando el derecho y asegurándose de que Nicole visite a todos los abogados posibles para dejar con pocas opciones de defensa a Charlie, el cual no puede contratar un abogado que ya haya sido consultado previamente por la contraparte. El objetivo de esta norma es asegurar la imparcialidad del abogado, pero en este caso es usada estratégicamente con el fin de obstruir y sacar ventaja de la situación.

En otra oportunidad entrena a Nicole sobre cómo responder ante las preguntas preprogramadas y memorizadas que  la abogada debido a su experiencia con estos casos, le enseña a ser muy cuidadosa con cada detalle que va a mencionar y lo que va a omitir, creando así una imagen de la madre perfecta y perjudicada. Pero a la vez, critica los estándares que la sociedad y la justicia mantienen sobre los roles de paternidad y maternidad.

Estas son algunas estrategias que no temen usar los abogados adversariales para engañar y obstruir, pasar siempre que puedan por sobre los intereses de la otra parte y los de sus clientes, siempre y cuando cumplan eso los ayuden a ganar el caso. En nuestro código de ética también se hace mención de algunas de estas herramientas procesales y como no se les debe dar un uso indebido Un ejemplo es el Artículo 60° sobre Abuso del Proceso, que describe este como “Falta a la ética profesional el abogado que abusa de los medios procesales para obtener beneficios indebidos o procura la dilación innecesaria del proceso.”[5].

En este concepto encaja la estrategia de Nora de dejar a Charlie con pocas posibilidades de defensa luego de mandar a Nicole a consultar a por lo menos once abogados, sabiendo que con ello impediría que este pueda contratar a alguno de estos, es decir, ha abusado de esta herramienta que pretende una finalidad contraria. Podríamos decir que los abogados prohibidos de representar a Charlie estarían cumpliendo con el Artículo 19º sobre Limitaciones del patrocinio al considerarse en un conflicto de intereses por haber sido consultados previamente por la contraparte de un posible proceso [5]. La instrumentalización de estas normas guías de la profesión obstruyen la búsqueda de justicia, que justamente debería ser el fin último de la profesión del abogado.

Sobre el principio de neutralidad, se menciona que se espera que un abogado represente a las personas que busquen su ayuda independientemente de la opinión o visión que tenga sobre los fines que pretenden lograr. La abogada no respetó el fin original de Nicole y el que guiaba su intención de iniciar este proceso. Aunque esta le mencionó “seremos muy delicadas”, terminó justificando el haber ido contra lo acordado sobre el 50%-50% sobre la custodia, cambiándolo por decisión propia y a última hora por un 55%-45%. Aquí vemos como Nora modifica la idea inicial de Nicole, y se permite la libertad de actuar por sobre sus decisiones, porque considera que es lo mejor para ella.

Esta acción es una falta al Artículo 14º del código sobre la Voluntad del cliente donde se señala claramente que “El abogado debe actuar atendiendo estrictamente a las instrucciones del cliente; no actuará en un asunto sino por voluntad expresa del cliente y de acuerdo con el encargo encomendado. El abogado no debe contrariar la voluntad del cliente, aun cuando crea que ello sería lo más adecuado para la defensa del interés del cliente.”[5] , es esto último lo que Nora impone: lo que ella considera más adecuado para la defensa del interés del cliente. Además, al cambiar el  porcentaje en la custodia nos deja claro que no lo hace solo por su clienta, porque conocía muy bien que no era su voluntad, sino que lo considera un “retoque de último momento para que no diga que obtuvo la mitad y vaya por ahí a presumir”, una atribución propia que Nicole debe “aprovechar”, pero cuyo trasfondo son sus intereses como abogada de dejar en claro que “ganó el caso”. Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo el abogado adversarial no siente que ganó el caso cuando su cliente le dice que está satisfecho, sino cuando el abogado o abogada está satisfecho(a) con la defensa y resultados hasta el punto en el que él o ella consideren favorables.

Créditos: Netflix – Historia de un matrimonio

Considero que la escena célebre, y que probablemente le hizo ganar un merecido premio Oscar a Laura Dern, merece también un análisis. Estamos hablando del momento en el que la abogada se muestra más vulnerable y donde podemos analizar su ética personal. Por más que esté de acuerdo con muchos de los estereotipos y roles sociales que Nora critica y pone en evidencia durante el transcurso de este monólogo, no puedo dejar de analizar el juicio personal que emplea durante esta reflexión. En su esfera profesional aparenta ser reacia a sus emociones porque representa un papel de abogada adversarial, que no se puede responsabilizar por las afectaciones a la contraparte, pero a lo largo de la película vemos como se toma muy personal esta suerte de venganza contra Charlie porque, como explicó en un inicio, ella también ha estado en el lugar de Nora y ha pasado por un divorcio. Esta escena muestra cómo la abogada ha tratado de racionalizar sus emociones e ideas conduciendolas hacia su propia defensa, por esta razón, también se toma atribuciones de índole personal, dado que proyecta la situación por la que alguna vez pasó y que ahora le toca defender. Es decir, mezcla su ética personal con la ética profesional.

“Historia de un matrimonio” no solo refleja el drama y la dificultad de una ruptura amorosa, la batalla legal sobre el divorcio y la custodia de los hijos y las consecuencias que puede traer a las relaciones personales entre los padres e hijos, sino también nos demuestra la importancia de los abogados y como puede ser determinante la visión y la ética profesional de los mismos al momento de ejercer su defensa.


Referencias

[1] Anzola Rodríguez, S. I. (2019). El malestar en la profesión jurídica: tensiones entre la ética personal y la ética profesional de los abogados. Ediciones Uniandes-Universidad de los Andes. pp. 66 – 70

[2] Webb, J. (2015). Being a Lawyer/Being a Human Being. Legal Ethics, 5(1). https://doi.org/10.1080/1460728X.2002.11424163

[3] Markovits, Daniel (2008). A Modern Legal Ethics: Adversary Advocacy in a Democratic Age. Princeton University Press. Princeton, N.J, pp. 25-43, 79-99.

[4] Simon, W. H. (2009). The practice of justice: a theory of lawyers’ ethics. Harvard University Press.

[5] Código de Ética del Abogado