Por Adriana Mendoza,
integrante del área de contenido de Somos Amalia.
La sexualización contemporánea y temprana en las niñas es un óbice para la sociedad que se ha ido agudizando a través de los años, asimismo, se ha hecho más visible por el uso de las redes sociales. Esto ocasiona que continuamente se busque la “perfección” desde una edad temprana en el género femenino, ocasionando que las niñas no puedan vivir plenamente su etapa de niñez y que, sean expuestas a que las sexualicen, sin que se percaten.
Este fenómeno merece una atención crítica y reflexiva. En un mundo donde la infancia debería ser un período de descubrimiento, aprendizaje y juego, nos encontramos con una realidad perturbadora: la prematura objetivación de las niñas. Esto se manifiesta de diversas formas, desde la ropa que se les ofrece hasta las imágenes que consumen a través de los medios de comunicación y las redes sociales. La oferta de trajes de baño de dos piezas para niñas que apenas han comenzado su desarrollo físico o la comercialización de ropa interior «sexy» en tallas infantiles son ejemplos alarmantes de cómo la sociedad machista perpetúa una cosificación que empieza en edades tempranas.
Los medios de comunicación, el comercio y la industria del marketing establecen parámetros sociales de que el sexo femenino se luzca y venda por su belleza corporal. Todo ello se aprecia en la ropa, la cual es más ajustada y pequeña, a veces menos abrigadora que el del varón y con bolsillos pequeños hasta solo de adorno, lo que ocasiona menos practicidad y comodidad.
“La sexualización temprana es una forma de violencia contra las niñas que se está normalizando (El Instituto de la Mujer, 2020)¨. El impacto de la publicidad, debido a la propia sociedad que ejerce presión sobre los estándares de belleza desde la edad temprana, genera que las niñas adopten poses sugerentes para mayores de edad, se maquillen o se vistan como adultas, incluyendo el refuerzo de corpiños en las prendas interiores superiores. Asimismo, existe un mensaje implícito de ocultar su cuerpo si no se ciñe al modelo tradicional, avergonzarse de él o que su valor radica en su apariencia física.
“Ello Influencia negativamente en la autoestima que puede llevar a trastornos de alimentación de base psíquica, el peligro de auto-objetualización que incrementa la posibilidad de conductas agresivas hacia las niñas y contribuye a un incremento de la violencia contra las mujeres y al refuerzo de actitudes y opiniones sexistas que a la larga acaban derivando en discriminación laboral, acoso sexual e infravaloración de sus logros (Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, 2012).”
Con respecto a los bañadores para las niñas, estos carecen de la funcionalidad como el que fabrican para los niños: cómodos, con protección contra la exposición solar y ligeramente anchos para otorgarles movimiento. Mientras que, es todo lo contrario para las niñas: tiro alto en la zona inferior, súper ceñido y agregando a ello, no es muy común encontrar tipo short. Por lo tanto, los bañadores no permiten la protección adecuada al cuerpo de las niñas contra los rayos solares, puesto que exponen más su cuerpo que el de los niños, asimismo, no les brinda la comodidad necesaria para moverse y han encontrado corpiños en tallas a partir de los 5 años. ¿Alguna explicación a ello? Las marcas arguyen que es para “dar forma al cuerpo de la niña”, por lo que, se sigue con los patrones de objetivizar y enfocar el cuerpo de las mujeres al deseo de los hombres.
La estrategia de enseñanza de género del Instituto Asturiano de la Mujer, representada por Marian Moreno Llaneza, establece sobre el simbolismo implícito en la utilización de sujetadores con corpiño, el cual se utilizaría para evitar que los pezones sean “perceptibles”, cuando en realidad los materiales textiles que usan la mayoría de las marcas son especiales para evitar que se puedan marcar. No obstante, dicho proceso ocasiona que prematuramente el cuerpo de los infantes sea caracterizado implícitamente por la connotación sexual y que, sutilmente transmiten que deben ocultar su figura y no poder disfrutar de la libertad que necesitan. Asimismo, es curioso percatarse de cómo los pezones femeninos son censurados a comparación de los varones.
Es importante tener en cuenta que los padres, madres y/o apoderados deben inculcar la importancia de los valores y el bienestar personal de los hijos e hijas. Así como también introducir la educación sexual integral desde el colegio. La actuación del cambio empieza en el núcleo familiar, así como en uno mismo, es ideal repensar las acciones, los pensamientos y prejuicios que se han adquirido a través de los años sobre la belleza femenina. La comunicación y confianza es esencial en el hogar para abordar estos temas, así como la concientización sobre el uso de la tecnología y los peligros que deben de tener en cuenta para no ser víctimas de ello. Si es necesario el acompañamiento psicológico será de gran ayuda para apoyar en el cuidado de la salud mental de sus hijos e hijas.
Es necesario cuestionar la responsabilidad de la sociedad, la industria de la moda y los medios de comunicación en la sexualización de las niñas. La protección de la infancia y la preservación de la niñez son tareas que recaen en padres, madres, apoderados, sociedad, industria de la moda y medios de comunicación.
Finalmente, la sociedad, la industria mercantil y especialmente los medios de comunicación tienen un papel importante en la lucha contra la sexualización de las niñas. Se debe fomentar la unión, pensamiento crítico y la información sin sesgos de género para promover la autoaceptación, la autoestima y la igualdad, y así permitir que las niñas crezcan en un entorno más saludable y libre de presiones injustas. Asimismo, en el ámbito familiar, los padres y madres tienen la responsabilidad de fomentar el entorno de inclusión y aceptación, para que sus hijas puedan entender que el éxito alcanzado es debido a su intelecto, habilidades, cualidades, aptitudes, admiración por su interior, valores, principios, entre otros, y no por su apariencia física por la presión de los estereotipos de belleza, lo que limita su desarrollo personal y confianza.
BIBLIOGRAFÍA:
- Niebla, R. (2022). ¿Cómo afecta la hipersexualización a las niñas? El País
- Martín-Delgado (2022). Hipersexualización infantil: educación sexual para proteger la infancia. Revista digital Inesem
- Gobierno de México(2023) ¿Cómo afecta la hipersexualización a niñas, niños y adolescentes? Blog del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.
- Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (2012). Proyecto de informe sobre la sexualización de las niñas (2012/2047(INI))