El Perú es un país multicultural. Ello conlleva a que existan diferentes puntos de vista, lo que en muchos casos genera dificultades para llegar a un acuerdo. Incluso a veces los grupos minoritarios pueden considerarse afectados por las decisiones adoptadas siguiendo la normativa establecida.

Cuando nos referimos a las minorías, para muchos es casi imposible dejar de pensar en aquellos grupos que se dicen ser víctimas. Sin embargo, me pregunto si son las minorías las que resultan siendo víctimas o por el contrario son los victimarios. Quizá estemos más cerca de concluir lo último, porque al final del día el Estado, al someterse a las revueltas, se vuelve contra las normas previamente aprobadas por él mismo y que los peruanos hemos asumido como reguladores de nuestro actuar.

Si miramos un poco los últimos acontecimientos producidos en el país, nos podemos dar cuenta claramente que cada conflicto generado por las minorías (o por los que se escudan detrás de ellas), alegando que sus derechos han sido vulnerados, han generado que el Gobierno en su afán de “protegerlos” haga concesiones y/o excepciones al cumplimiento de normas, que al final de la historia, han terminado perjudicando, no solo los intereses de las mayorías, sino los del país.

Algunos piensan que las minorías requieren de la protección del Estado discriminando así al resto de los peruanos. No estoy de acuerdo. Supongamos que el Estado es un jefe de familia el cual tiene tres hijos, que establece ciertas reglas, que serán aplicadas a todos los hermanos por igual (democracia). Sin embargo, uno (minoría), no está de acuerdo con la aplicación de una regla acordada previamente y por ello decide dejar de comer y destrozar su casa (paros, obstrucción de carreteras, revueltas, entre otras formas). Ante ello, el padre decide no aplicar esta regla a este, pero sí a los otros dos (mayoría), para que de esta forma vuelva a comer y deje de causar destrozos, y así todos vuelvan a estar en paz (sin imaginar que tan sólo se trata de una paz pasajera y un tanto ficticia). Con dicho acto se ha marcado un precedente y se ha demostrado que su sistema no es democrático, que no es coherente con su prédica y su accionar, y que cualquier norma puede ser fácilmente modificada al antojo de cualquiera, cuyas reacciones frente a las normas que vayan en contra de su parecer serán cada vez mayores.  Por tanto el padre ha perdido autoridad y respeto, factores esenciales para gobernar.

Llevemos el ejemplo relatado a un nivel país. La consecuencia directa de lo anterior, es una falta de estabilidad jurídica y de gobernabilidad, lo que tiene como resultado la desconfianza del inversionista, a quien no le inspiraremos la seguridad necesaria para que realice inversiones en nuestro país. Si cada vez que las minorías consideren que han sido víctimas de una situación previamente regulada por determinadas normas y/o acuerdos podrá ser, sin ningún problema, revertida, con ello lo que logramos es alejar al inversionista, cuya preocupación central es estudiar el mercado a fin de verificar que éste le otorgará a su inversión la seguridad y rentabilidad necesaria.

Es difícil comprender cómo en un mundo competitivo como en el que vivimos, donde hay muchos países que luchan por ser mercados atractivos al inversionista, el Perú los descuide al no resolver dentro del marco establecido sus problemas internos, desprotegiendo a los que acatan la ley.

El resultado de la falta de inversión ya es conocida por todos nosotros: el estancamiento de la economía del país que todos hemos sufrido y contra el que algunos seguimos trabajando.

Las minorías importan y deben ser tomadas en cuenta, pero también las mayorías. No por llevar el título de minoritarios podrán, en base a diferentes artilugios, desconocer el sistema jurídico ya establecido y reclamar que se les aplique, para cualquier situación, excepciones. Entiendo que los grupos minoritarios poseen características especiales que los diferencian de las mayorías y por ello existen ciertas normas que los amparan. Sin embargo, no pueden pretender que se cree un sistema jurídico paralelo aplicable únicamente a ellos porque resultaría inviable, ya que vivimos dentro de una sociedad y por tanto tienen que adecuarse a ella.

Los intereses de unos no deberán ser superpuestos a los intereses de los otros. Para lograr el éxito de un país se debe pensar en plural, en conjunto, porque no somos un montón de personas reunidas en un mismo territorio; somos un país y por ello debemos de caminar de la mano respetándonos.

3 COMENTARIOS

  1. Dra. estoy por demas de acuerdo, con usted en que una vez que las normas son establecidas , estas deben ser aplicadas a la generalidad de las personas, como consecuencia del efecto vinculatorio de las mismas. Sin embargo, esta «fuerza vinculante» al menos en nuestro sistema, descansa sobre un falacia.

    Y es que precisamente, para que estas normas vinculen deben emanar de la voluntad del pueblo, pues es en el , en quien reside la soberania, la cual es delegada en sus mandatarios.

    El problema es ese, en el peru muchas de las normas no parecen reflejar un acuerdo, y en unos casos ni si quiere son consecuencia de un trabajo legislativo que atienda a las necesidades de TODOS.

    En el momento en que se establezcan mayores mecanismos de participacion ciudadana, tanto a nivel legislativo, como administrattivo, estos probelmas comenzaran a disiparse. Todo pasa por mejorar y promover, las oportunidades de dialogo. De otra forma, las «normas» pierden esa fuerza vinculante y se convierte en «violencia o tirania institucionalizada».

    Deebe quedar claro, que no justifico niguno de los desatres que estos conflictos sociales, han generado. Solo digo mayor comunicacion

  2. Creo que la autora no considera que todo lo que ocurre tiene origen en las malas políticas del Gobierno. No se trata de lo que quieran las mayorías o minorías, se trata de respeto a todos los ciudadanos. Este gobierno como muchos que antecedieron dictan normas u otorgan permisos sin hacer la debida consulta o sin mirar el territorio sobre el cual se pretende otorgar un derecho y verificar si existirá superposición de concesiones sobre territorios de los pueblos indígenas (no solo lo que comprende el asentamiento de la población sino lo que comprende el territorio según el Convenio 169 de la OIT). Las malas decisiones y políticas adoptadas sumado a la poca o nula atención de las necesidades de los pobladores han originado situaciones indeseables. Cuando el Gobierno aprenda a respetar los derechos de todos y sea consciente de que debe tener una visión plural en la aplicación de sus políticas estoy segura que disminuirán los conflictos sociales.

    • Estimada Mónica,

      Definitivamente hay una falta de presencia de un Estado eficiente. En cuanto a la consulta, es importante tener en cuenta que el Convenio 169 de la OIT indica que se debe realizar una consulta pero en ningún caso es vinculante, es decir que no es obligatorio observar el resultado de la misma.