Por Cuerdas Separadas

De la espesa humareda de los días, emergió tu voz trémula y entrecortada. Cada frase calza en los contornos del miedo. Hay alrededor una presencia gélida que zarandea los nervios; en medio de la bruma, tus dedos llevan un cigarrillo a tus labios sísmicos.

Te escucho apretando los dientes por la ira, botando humo y espuma. Aunque no lo buscaste, todos conocimos la historia. Qué vívido chillido. ¡Tú estás trabajando para un cliente! ¿Qué mierda es esto? Yo no lo entiendo y menos el cliente. Yo no voy a hacer el trabajo por ti. Tú tienes que ayudarme a mí. ¡Tú eres practicante, carajo!

Lamento no poder hacer nada por ti, solo repetir lo que día a día me digo para sobrevivir:

  1. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero no llevas cuerda ni bozal; no tienes que hacer lo que te dicen sin cuestionar.
  2. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero estás allí para aprender. La cítara en el oído del cliente la tocan los socios, los asociados, los que se llevan el botín.
  3. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero no mereces sus metidas de cara en las fiestas ni sus insinuaciones en la oficina. No eres saliente de ocasión.
  4. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero tu opinión acertada vale; tu opinión errada, también.
  5. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero no quien le pone hielo al trago, ni edulcora el café. Si quiere comprarle algo a su pareja o hacer el PPT, tiene pies y manos.
  6. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero no renuncies a tu autoestima. Si en vez de gracias recibes un “visto”, sal de ahí.
  7. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero tus horarios se respetan. Amanecerte no es “ser camiseta”, es explotación.
  8. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero estás ahí por ti, no porque te hacen un favor.
  9. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero no estás solo, no estás sola. Todos lo somos, todos lo fuimos y estamos contigo.
  10. ¡Tú eres practicante, carajo! Pero, sobre todo, eres un ser humano.

¿Cuántas crisis y terapias por culpa de sátrapas con traje? ¿Cuán alterado tenemos el ciclo circadiano y vivimos como si estuviéramos en un constante jetlag?

Dime, ¿estás ahí?

Escribo porque no tengo otra forma de decirlo. Me siento anónimo porque esta no es solo una historia, es nuestra historia.

Mañana, cuando despiertes del éxtasis de la indignación, mírale la cara al sometimiento y grítale: ¡Yo soy el practicante, carajo!


Derechos de autor de la imagen:
Eric Fischl - "Self Portrait",1980. De la serie: Oil on glassine.
Adaptación por Pedro Llerena.

Los hechos relatados y los personajes presentados en este espacio son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Enfoque Derecho no se solidariza necesariamente con los comentarios vertidos en este espacio.

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