Por Gonzalo Gustavo Gonzales Gonzales, Abogado por la Universidad Nacional de Trujillo. Diplomado en Tutela Jurisdiccional y Debido Proceso, egresado de la Maestría en Derecho de la Empresa por la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP). Especialista en Contrataciones del Estado, Derecho del Consumidor, Derecho Registral y Derecho Civil Patrimonial por la PUCP. Docente de Derecho Civil Patrimonial. Árbitro de Derecho.
I. Introducción
La energía, entendida como un recurso natural, así como la tecnología asociada para su explotación y uso económico o industrial, es la que nos permite utilizar una gran cantidad de maquinarias, aparatos y cualquier otro instrumento que requiera de una fuente para su funcionamiento.
El desarrollo de las sociedades y su expansión geográfica, consume una mayor cantidad de energía, pero no de una forma eficiente, desperdiciando grandes cantidades de ésta que podrían ser aprovechadas para otros fines.
Por ello, el Ministerio de Energía y Minas, utilizando como referencia los lineamientos del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional –Plan Perú 2021, ha publicado la Política Energética Nacional del Perú 2010-2040, para que nuestro sistema energético satisfaga la demanda interna de energía, de forma sostenible y planificada, a través de la investigación e innovación tecnológica[1].
En este ensayo, se presentarán propuestas (ideas) de mejora para los usuarios de energía y gas natural, con base en los objetivos de la Política Energética y un especial énfasis en conseguir una matriz energética diversificada, que permita un mayor acceso al suministro energético, reduciendo el impacto ambiental, con el impulso de la inversión en proyectos hidroeléctricos y en la industria del gas natural.
Finalmente, se tiene la convicción de que estas propuestas producirán un impacto positivo en la calidad de vida de la población; y, al satisfacerse de forma eficiente la demanda energética nacional, como país podemos apuntar a atender la demanda energética extranjera.
II. Propuestas
De acuerdo con el artículo 58 de la Constitución Política del Perú[2], nos encontramos en una economía social de mercado. Sin el ingrediente de ‘social’ la iniciativa privada sería pura y exclusivamente libre, sin intervención estatal, y el mercado se regirá -también pura y exclusivamente- bajo las leyes de la oferta y la demanda, con la participación de los agentes económicos que así lo requieran, en ejercicio de esa iniciativa privada y la libertad de empresa, comercio e industria.
Como no vamos a entrar en detalles sobre que el mercado sí es regulado y supervisado por diferentes organismos reguladores, agencias estatales y superintendencias (porque no es el objeto del presente ensayo), en lo que queremos centrarnos es en que, en cumplimiento de ese ingrediente ‘social’, el Estado tiene la permisibilidad de ser un agente económico en aquellos sectores donde los agentes económicos privados no intervienen (por los motivos que fueren, generalmente, donde no les resulten rentables o atractivos económicamente), pero, de acuerdo con el citado artículo 58°, tiene que -y debe- actuar principalmente en los sectores:
- Empleo
- Salud
- Educación
- Seguridad
- Servicios públicos
- Infraestructura
En ese sentido, respecto de la propuesta de mejoras a la Política Energética Nacional del Perú 2010-2040, nos centraremos sobre los siguientes ejes:
- Masificación del gas natural
- Masificación de centrales de termovalorización
- Desarrollo de proyectos hidroenergéticos
2.1 Masificación del gas natural
El séptimo objetivo de política es “Desarrollar la industria del gas natural, y su uso en actividades domiciliarias, transporte, comercio e industria, así como la generación eléctrica eficiente”.
De acuerdo con Di Sbroiavaca y otros (2019: 8), en el Perú tenemos reservas probadas de gas natural:
Como podemos apreciar, estamos solo por debajo de la República Bolivariana de Venezuela y estamos por encima de dos grandes de la región: Brasil y Argentina, y también por encima de Bolivia, reputado como un gran potencial en este sector, siendo considerados como netos exportadores. Asimismo, de la región latinoamericana, tenemos una de las dos únicas plantas de licuefacción: la de Gas Pampa Melchorita en Chincha (la segunda se encuentra en Trinidad y Tobago).
No obstante ello, en gasoductos troncales y de integración (y ni qué decir de redes de distribución y comercialización) estamos muy por debajo de Argentina y de Brasil (Di Sbroiavaca y otros 2019: 10-21), dedicándonos más a la exportación a países como México, España, China, Francia e India (Di Sbroiavaca y otros 2019: 29), desatendiendo las necesidad de nuestros propios connacionales, como, solo por citar un ejemplo, el caso de la región Ucayali (Abanto Bojórquez 2014: 415).
La propuesta aquí es -como ya lo dejamos entrever en clases- centrarnos en atender las demandas nacionales, sobre todo en los sectores de extrema pobreza y pobreza, aún con subsidios estatales[3]para el tendido de redes y distribución. La lógica es: si el Estado se ha encargado de hacer troncales para llegar inmediatamente a la costa peruana (con fines de exportación, principalmente) y luego inmediatamente hacia el norte (hacia Lima), brindando el servicio domiciliario a sectores acomodados ubicados en distritos como Miraflores, San Isidro, entre otros (y eso que para brindarles un servicio de suministro de gas más barato que el gas licuado de petróleo que se expende vía balones de gas, principalmente), ¿por qué no se hace lo mismo con las poblaciones que más lo necesitan y sobre todo en ciudades o pueblos-nodos ubicados en sectores rurales?
No estamos proponiendo gastar en más troncales, solo la distribución a partir de las ya existentes en las poblaciones más vulnerables, que podría ayudarles no solo en la cocción limpia y sana de sus alimentos, sino también en calefacción para su hogar y sus animales (esto último también podría ser trabajado para las asociaciones de ganaderos de esos sectores).
Hasta se podría -así como se exige en el sector minero- exigir a los concesionarios que, sobre la base de la responsabilidad social, se llegue también con postas médicas (puede ser a través de la telemedicina) y pequeños centros educativos, haciendo que la población sienta la presencia del Estado, que es lo que más se reclama últimamente.
2.2 Masificación de centrales de termovalorización
Esto nos podría ayudar a mejorar transversalmente el cumplimiento de las políticas 1 al 6 (en este específicamente lo encontramos en el lineamiento de política “Promover e incentivar el uso de residuos sólidos y líquidos para la producción de energía”), e, incluso, a través de asociaciones público privadas (APPs) podría significar un costo cero para el Estado peruano.
La tecnología de la termovalorización “consiste esencialmente en una planta termoeléctrica que, en vez de consumir combustibles fósiles como el carbón, el gas, el fueloil –caso de las termoeléctricas de nuestro país–, utiliza [residuo sólido urbano], un combustible de menor costo, que ahora es desechable y está ocasionando un grave impacto ambiental y de salud en nuestros rellenos sanitarios y su entorno” (Ramos Gutiérrez 2020)[4].
De acuerdo con el proyecto de Veolia en la Ciudad de México[5], esta propuesta no solo se inicia desde la segregación de los residuos sólidos desde los hogares (buscando el reciclaje al máximo -la basura tiene valor-), sino que, lo que ya no se puede reciclar, se incinera con poco impacto ambiental y produciendo energía eléctrica que puede proveer a una ciudad pequeña cercana a la planta. Estos proyectos se pueden replicar en las ciudades de más densidad poblacional del país (Lima, Arequipa, La Libertad, Lambayeque, Piura, Cusco, Cajamarca, por citar algunos ejemplos).
Ya vienen siendo utilizados en países europeos:
(Ramos Gutiérrez 2020)
De acuerdo con Ramos Gutiérrez (2020):
Como se observa, en la medida en que un país ha logrado un mayor desarrollo, se minimiza el uso de la tecnología de los rellenos sanitarios –porcentaje en rojo–, y se maximizan tanto el reciclaje de MPR y compostaje –porcentaje en verde– como la termovalorización del resto de residuos ordinarios domésticos, en amarillo.
2.3 Desarrollo de proyectos hidroenergéticos
El primer objetivo de política es “Contar con una matriz energética diversificada, con énfasis en las fuentes renovables y la eficiencia energética” y uno de sus lineamientos de política es “Priorizar la construcción de centrales hidroeléctricas eficientes como base para la generación eléctrica nacional”.
Un modelo de central hidroeléctrica eficiente es aquella que no necesita de grandes represas y/o trasvases de agua de una cara de cordillera a otra, con el tremendo impacto ambiental negativo que ello implica; es decir, por ejemplo, la captación de agua en una cota de un río aguas arriba, para ser transportado por gravedad a través de grandes tuberías de polietileno de alta densidad[6]:
A una determinada altura (que deje caer el agua por -mínimo- 200 m), permitiría que estas captaciones y su transporte por gravedad, con tuberías de 2m de diámetro, caudal de 21m3/s y con turbinas tipo Francis, podrían generar entre 45-50Kw., suficientes para cubrir la demanda de energía eléctrica que necesita una región (como la del departamento de San Martín, por ejemplo)[7]:
Por su bajo impacto ambiental (no inundan nada, y devuelven toda el agua al río del cual fue captado), bajo costo y financiado hasta por APPs, podría replicarse este tipo de obras en todos los departamentos del Perú, cumpliendo una doble finalidad: proveer de agua potable (llevada a las plantas de tratamiento de las distintas localidades beneficiadas) y, de paso, generar energía eléctrica de una fuente renovable.
III. Conclusiones
- Es importante la aplicación del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional – Plan Perú 2021.
- Lamentablemente, por temas presupuestales, económicos, financieros, políticos y de gestión, puede pasar lo que pasó con el plan de dotar de agua potable al 100 % de la población, en cumplimiento del mandato constitucional del artículo 7-A, que no cumplió con su meta al 2021 (bicentenario), ni se acerca, teniendo un déficit de alrededor de 50 % de la población a ser beneficiada, de acuerdo con lo expresado por los maestros Cairampoma Arroyo y Villegas Vega (2018). Esto es, puede ocurrir que no se cumpla, lo que resulta probable, dado el tiempo transcurrido y la inestabilidad política que vivimos en Perú.
- No obstante ello, no podemos dejar de hacer nuestras propuestas de mejora de las políticas del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional – Plan Perú 2021, que, en el presente trabajo, se centraron en los aspectos de masificación del gas natural, termovalorización y generación eficiente de energía eléctrica a partir de la fuente hídrica.
- En ese sentido, hemos manifestado que el gas natural debe masificarse, concentrándose en el Perú, sobre todo en las poblaciones más vulnerables, atrayendo inversiones (impuestas o promovidas) en salud y educación, por citar algunos ejemplos.
- Asimismo, hemos señalado que un proyecto integral sobre las plantas de termovalorización no solo traerán beneficios de cultura de segregación de los residuos sólidos desde los hogares, de los cuales las entidades estatales encargadas podrían beneficiarse vendiendo lo reciclable, por ejemplo; sino también poblaciones vulnerables cercanas a las plantas, al recibir energía eléctrica suministrada a partir de ellas.
- Finalmente, somos firmes partidarios de generar energía eléctrica de fuentes renovables y con menos impacto ambiental, como lo hemos señalado ut supra, a partir de captaciones de agua que, conducidas por gravedad, no solo suministrarían de agua potable (previo tratamiento) a las poblaciones, sino que, podrían generar energía eléctrica a bajo costo, cubriendo la demanda del mercado y, sobre todo, no perjudicando al medio ambiente.
BIBLIOGRAFÍA
Abanto Bojórquez, J. A. (2014). El Gas Natural en el Perú y los Proyectos Destinados a su Descentralización. Derecho & Sociedad, (42), 413-423. Recuperado a partir de https://revistas.pucp.edu.pe/
Cairampoma Arroyo, A., & Villegas Vega, P. (2016). El acceso universal al agua potable. La experiencia peruana. Derecho PUCP, (76), 229-249. https://doi.org/10.18800/
Di Sbroiavacca, N., Dubrovsky, H., Nadal, G., & Contreras Lisperguer, R. (2019). Rol y perspectivas del gas natural en la transformación energética de América Latina: aportes a la implementación del Observatorio Regional sobre Energías Sostenibles. https://repositorio.cepal.org/
[1] Decreto Supremo N° 064-2010-EM, Aprueban la Política Energética Nacional del Perú 2010-2040
[2] CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ
Artículo 58.- La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado. Bajo este régimen, el Estado orienta el desarrollo del país, y actúa principalmente en las áreas de promoción de empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura”
[3] Esto se encuentra contemplado en el objetivo de política 3 “Acceso universal al suministro eléctrico”, en cuyo lineamiento de política se señala: “Subsidiar, de manera temporal y focalizada, el costo de la energía en los segmentos poblacionales de bajos ingresos”, que podría ser aplicable supletoriamente al sétimo objetivo de política que venimos comentando.
[4] https://unperiodico.unal.edu.co/pages/detail/reciclaje-y-termovalorizacion-parte-del-modelo-de gestion-sostenible-de-residuos-solidos-urbanos/
[5] https://www.youtube.com/watch?v=9mn2cKb1lNQ&t=25s
[6] https://www.tigre.pe/themes/tigre2016/downloads/catalogostecnicos/peru/Catalogo_Alta_Densidad.pdf
[7] https://www.televisiontarapoto.pe/ampliacion-de-noticias-entrevista-a-santiago-contreras-medina equipo-tecnico-vamos-peru/