Entrevista a Owan Lay González, director del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social.

En esta oportunidad presentamos la entrevista realizada a Owan Lay González sobre su labor como director del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) y los objetivos que este recinto se plantea.

Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.”                                Marco Tulio Cicerón

Enfoque Derecho: Cuéntenos un poco sobre su experiencia antes de asumir la dirección del LUM.

Owan Lay: Llevo trabajando temas de derechos humanos un poco más de 15 años. En los últimos diez, con mayor potencia en temas relacionados con la protección de derechos de la población afroperuana. Luego, he trabajado hace 4 años en el Ministerio de Cultura. Así, antes de mi actual cargo, he sido director de Políticas para Población Afroperuana. A pesar de mi corta carrera en la gestión pública, tengo conocimientos sólidos en temas vinculados a derechos humanos.

ED: Cuando llegó al cargo, ¿cómo ha encontrado el LUM? ¿Cuál ha sido su aporte desde entonces?

OL: En principio, he sido el primer director, pues hay que recordar que antes de su inauguración, el 17 de diciembre de 2015, esto era un proyecto no entregado al Estado aún. En efecto, un proyecto con fondos públicos, pero también de cooperación internacional en gran medida. Lo que tenemos ahora es al “Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social” funcionando ya como institución pública. En este sentido, no es en estricto un museo sino viene de un lugar, espacio en el cual se albergan los hechos sucedidos durante el periodo de 1980 al 2000 con el objetivo que el visitante desarrolle un conjunto de reflexiones sobre este periodo de violencia, sobre cómo ha afectado su vida en nuestras vidas. Asimismo, seguimos creciendo con el corazón de este lugar: el centro de documentación e investigación. Al mes de marzo tendremos más de 10 mil archivos vinculados al periodo de violencia, que podrán ser leídos por todos.

ED: Con respecto al título, ¿por qué el nombre de “Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social”?

OL: El título se nos fue entregado así, y es que son temas que son conexos al periodo de violencia. Hay que recordar que muchos de ellos están vinculados a los orígenes de este periodo, relacionados a temas estructurales de una sociedad, temas que hay que recordar. Saber que, por ejemplo, las personas que sufrieron de forma directa las consecuencias eran en su mayoría quechua hablantes. Del mismo modo, fueron afectados los asháninkas y otros pueblos en nuestra zona amazónica. Y teniendo esta idea estos temas tienen que ser parte de la agenda pública, aunque normalmente no lo son.

ED: En el caso de los jóvenes, quienes no recordamos o simplemente no hemos vivido esta experiencia, ¿por qué sería importante visitar el LUM?

OL: Lo considero importante por 3 temas: Primero, para tener una amplia y crítica visión de nuestro pasado reciente, para no repetir nuestra historia. Segundo, porque desafortunadamente el Perú es un país con muchas inequidades no resueltas, en proceso aún de resolver problemas vinculados a la pobreza, mejoramiento de la calidad de educación, acceso a la salud, entre otros. Un conjunto de temas de carácter estructural, en el que la inequidad está aún presente. Es como si todavía estén presentes estos orígenes para generar respuestas violentas ante cambios en nuestra sociedad. Por último, es un paso para consolidar su ciudadanía. Este lugar ofrece la posibilidad de entendernos como seres humanos, con deberes y derechos. Por un lado, nuestra obligación en transformar nuestras sociedades, disminuir el nivel de inequidad y contribuir con el desarrollo de la sociedad. Por otro, exigir el conjunto de derechos que debemos ejercer a plenitud y que el Estado debería garantizarlo.

ED: ¿Cuáles son los principales espacios que nos muestra el Lugar de la Memoria?

OL: Contamos con tres niveles que dan cuenta de lo que ha venido sucediendo durante estas dos décadas. Una selección de casos emblemáticos. La primera sala muestra el origen a la violencia, mostrando el importante rol que ha jugado la educación en este periodo. Luego, tres casos emblemáticos: Uchuraccay, Putis, y los pueblos Asháninkas. Luego, podemos observar una sala con dieciocho testimonios de personas que han sido víctimas de forma directa de la violencia durante este periodo, las cuales podemos verlas cara a cara contándonos su testimonio. En el segundo nivel, encontramos toda la década de los 90s y veremos cómo la sociedad se organizó para combatir a la violencia, tal es el caso Tarata, la muerte de María Elena Moyano, entre otros. También cómo el Estado empieza a tener una mejor acción, como en la captura a Abimael Guzmán, a través del grupo GEIN de la Policía Nacional. Pero entre los aspectos positivos, situamos un punto medio donde están los desaparecidos. Invitación a la reflexión, pues son más de 14 mil personas que aún se encuentran desaparecidas. Por otro lado, hacemos referencia a la CVR[1]; pues, entre sus efectos, se produce este Lugar de la Memoria. Al final, nos encontramos con la zona de ofrendas. Pues, a pesar del prolongado periodo de violencia, esta parte transmite la idea de celebrar la vida y encontrar un conjunto de cosas porque seguir viviendo en este país. Así, seguir construyendo una nación más democrática, justa, inclusiva, coherente.

ED: De acuerdo a sus comentarios, se han contactado con las personas protagonistas o víctimas de los sucesos del Lugar de la Memoria, ¿cómo han avanzado o qué han hecho para poder recuperarse?

OL: Un caso bien curioso es Uchuraccay. Hoy, tienen una nueva vida, ya es un distrito, recién con este gobierno. De este modo, tienen la posibilidad de un nuevo renacer. A pesar del gran sufrimiento, su comunidad ha seguido construyendo sobre la propia adversidad. Ahora, tienen independencia administrativa, posibilidad de manejar algunos recursos, y de buscar su propio desarrollo como comunidad. Como ese hay muchas otras comunidades que siguen desarrollándose luego de un periodo complejo. La vida ha continuado luego de este horrendo proceso.

ED: Finalmente, ¿qué le incentivó aceptar el cargo y cómo podemos acceder al LUM?

OL: El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social ofrece la oportunidad de seguir contribuyendo al desarrollo de la sociedad, aunque parezca algo ideal. Efectivamente, todo servidor público lo que hace es contribuir en el desarrollo de la sociedad desde las diferentes funciones que le corresponden; pero este es especial, pues se convierte en un espacio para la reflexión en temas que son importantísimos para la sociedad. Fundamental. Colocar estos temas en debate tiene un valor significativo ya que contribuye no solo a los procesos de reflexión sino también a los de formación de ciudadanía. El LUM está abierto al público de martes a domingo, de 10:00 am a 6:00 pm. La entrada es completamente gratuita, tenemos acceso peatonal y vehicular.

El Lugar de la Memoria no solo es la muestra permanente sino será siempre un espacio de reflexión sobre los temas vinculados a la memoria y a los temas conexos: justicia transicional, derechos humanos, mejora de la calidad de la democracia, entre otros. Por ello, una vez de su visita, tienen que salir con una pregunta: ¿Qué modelo de sociedad requerimos para no tener que resolver nuestros problemas de una forma violenta? Acto seguido, deberíamos esperar que se pregunten ¿Cuál es el rol que debemos jugar para llegar a esa ciudad idealizada que no resuelva sus problemas con violencia?


 

[1] Comisión de la Verdad y Reconciliación

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